Vicente
Parra Roldán
Estamos a punto de quitar la quinta hoja del almanaque y,
hasta ahora, muy pocas han sido las oportunidades que los aficionados taurinos
hemos tenido de contemplar espectáculos taurinos en nuestro entorno provincial.
Pero
lo más triste es que tampoco se avistan otras muchas oportunidades para las
próximas semanas, por lo que se avecina una temporada taurina muy corta en
cuanto al número de festejos y muy corta en cuanto al número de poblaciones que
ofrecerán espectáculos taurinos.
Hasta
ahora, tan sólo se han abierto las puertas de las plazas de Higuera de la
Sierra y Palos de la Frontera cuando, en años anteriores, había otras (como
Lucena del Puerto, Villalba del Alcor, Zalamea la Real, Aracena, por decir
algunas de las tradicionales) que ya habían celebrado festejos.
Y,
por estas fechas, se rumoreaban los posibles carteles de algunas localidades
importantes como Jabugo, Valverde del Camino, Almonaster la Real, Aracena, El
Campillo, Villablanca y otras que, en los meses de junio, julio y agosto,
celebran sus festejos patronales, en los que los espectáculos taurinos tenían
una máxima importancia no solo para sus vecinos sino para los forasteros que
arrastraban durante esos días.
La
situación económica que vive nuestra sociedad y, de manera especial, las
instituciones que suelen ayudar a la celebración de los espectáculos taurinos
hacen que cada año el número de festejos vayan disminuyendo, incluso en
aquellas plazas en las que todavía no se ha terminado de amortizar las obras de
remodelación, de construcción y colocación de callejones, etc. se han llevado a
cabo en los últimos años y que ahora, por desgracia, no tienen utilidad alguna
por esa ausencia de festejos.
También
es verdad que, por desgracia, actualmente no hay ningún torero en nuestro
entorno provincial que sea capaz de hacerse acompañar por sus seguidores como
sucedía hace unos años cuando la gente seguía a Litri, Chamaco, Terrón – por
decir algunos nombres – por todas las plazas. Ahora, los pocos onubenses que
sueñan con ser toreros, carecen de oportunidades en su tierra, por lo que es
imposible poderles seguir.
El
panorama no es muy halagador, pero tampoco debemos dar por extinguida la
celebración de espectáculos taurinos en muchas localidades. Hay que hacer un
esfuerzo por parte de todos – y no solo de los Ayuntamientos y de los
espectadores – para que los festejos se sigan organizando y celebrando para
satisfacción de tantos y tantos aficionados como existen en nuestra provincia y
beneficio de muchos industriales de esas localidades que, con la celebración de
espectáculos taurinos, hacen su “agosto” en los días de festejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario