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miércoles, 1 de mayo de 2013

Tal día como hoy.....

..del año 2006 el diestro José Mari Manzanares se cortó por sorpresa la coleta tras la corrida que protagonizó en la Maestranza de Sevilla y en la que compartió cartel con Pablo Hermosos de Mendoza y Cayetano Rivera Ordóñez.

A la muerte del cuarto toro, el diestro de Alicante llamaba a su hijo, el también torero José María Mazanarees quien estaba en el callejón y le pidió que saliera al ruedo y le cortará el añadido.

La plaza explotó en una gran ovación que contagió a Cayetano Rivera que le brindó la muerte del sexto novillo de la tarde. 
Manzanares cerraba así una trayectoria de más de 30 años de carrera que le ha valido para se considerado«torero de toreros». 
La prueba de esa admiración y respeto se demostró cuando al final de la corrida y mientras Rivera daba la vuelta al ruedo- triunfó en su debut cortando dos orejas- saltaban al mismo todos los toreros que se encontraban en la Maestranza como espectadores. Ponce, El Litri, Francciso Rivera, El Cid, Padilla, Espartaco o El Tato, entre otros, cogieron a hombros a Manzanares y lo sacaron por la Puerta del Príncipe, un hecho insólito pero cargado de emoción y admiración

Después de arrastrarse el quinto de corrida, Manzanares, aplaudido sin demasiado calor, salió a paso seguro hasta la primera raya. Produjo cierta sorpresa esa salida. Y hasta alguna protesta que enmudeció enseguida, porque con un breve gesto firme y preciso Manzanares hizo salir del callejón a su hijo primogénito, homónimo y colega, y sin más ceremonia, le dio la espalda, inclinó levemente la cabeza, se llevó la mano a la castañeta y le dijo que se la desprendiera con una tijera que Manzanares hijo llevaba en la mano. Así se cortó la coleta Manzanares.

Después del tajo, los dos Manzanares se fundieron en un estrecho abrazo. La plaza, conmocionada, se vino abajo. Se puso de pie todo el mundo, se arrancó la banda de música y sonó la ovación más cerrada de toda la feria de Abril. Se retiró de escena el hijo y, a solas y entre las dos rayas de picar, Manzanares padre tuvo que corresponder con entereza pero muy emocionado a una ovación cerrada. Hizo ademán de meterse entre barreras. No le dejaron y tuvo que dar la vuelta al ruedo. 


Despedida entre amigos

La que iba a haber sido última vuelta al ruedo de Manzanares en la Maestranza o como torero en activo no lo fue. Era la tarde de la presentación de Cayetano en Sevilla, pero el carácter de acontecimiento corrió por cuenta de la despedida de Manzanares. No estaba en el secreto apenas nadie. Cayetano le brindó el sexto de festejo, segundo de sus dos novillos. Fue una preciosa faena, se premió con una oreja y Cayetano tuvo el detalle de invitar a Manzanares a dar con él la vuelta al ruedo. Al terminar la vuelta, Cayetano dejó a Manzanares sólo en el tercio. 

Entonces aparecieron por el burladero de capotes unos cuantos matadores de toros de paisano: primero, Juan José Padilla y Antonio Barrera; y luego, Ponce, Morante, Litri, Rivera Ordóñez, Espartaco, El Cid, El Mangui y, naturalmente, Manzanares hijo. Padilla se calzó a Manzanares a los hombros, hicieron peña con él todos los demás, Cayetano fue aupado por un capitalista y todos juntos dieron vuelta al ruedo de clamores sonados. 

A medida que se cerraba el círculo se agitaba la gran cuestión de si dejarían o no a los toreros sacar a Manzanares por la Puerta del Príncipe, que está reservada sólo para quien corte al menos tres trofeos una tarde. Pero al final se abrió el portón. A Manzanares se le soltaron las lágrimas. 

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