Clergue fue el primer fotógrafo en integrar laAcademia Francesa de las Bellas Artes y fue el fundador de losEncuentros Internacionales de las Fotografías que se desarrollan cada año en Arles.
Su afición le permitió entablar amistad con Pablo Picasso o Antonio Ordóñez a quien dedico el libro 'Antonio Ordóñez, inolvidable' las mejores fotos del maestro. Una de sus más famosas foto fue tomada en 1959 en el anfiteatro arlesano donde se ven en los tendidos a Picasso,Cocteau y Dominguín juntos. Más recientemente hizo el decorado de la corrida goyesca de Arles en 2007.
Lucien Clergue conoció a Picasso en 1953, durante una corrida de toros celebrada en el anfiteatro de Arles. El joven fotógrafo francés tenía 19 años, mientras que el autor del Guernica, 71. Éste, a causa quizás de su pasión común por la tauromaquia, adoptó a Clergue como si fuera un hijo. Poco después, le presentó a su amigo Cocteau
.Un enamorado de la Fiesta (es un gran partidario de Juan Bautista) y La Camarga. Hasta tal punto le fascina la muerte del toro bravo en la plaza, que llegó a publicar un libro de fotografías sobre este motivo ("Toros muertos", 1970).
Sus planos en contrapicado y el blanco y negro de su trabajo resultan estéticamente apabullantes.
Su afición le permitió entablar amistad con Pablo Picasso o Antonio Ordóñez a quien dedico el libro 'Antonio Ordóñez, inolvidable' las mejores fotos del maestro. Una de sus más famosas foto fue tomada en 1959 en el anfiteatro arlesano donde se ven en los tendidos a Picasso,Cocteau y Dominguín juntos. Más recientemente hizo el decorado de la corrida goyesca de Arles en 2007.
Lucien Clergue conoció a Picasso en 1953, durante una corrida de toros celebrada en el anfiteatro de Arles. El joven fotógrafo francés tenía 19 años, mientras que el autor del Guernica, 71. Éste, a causa quizás de su pasión común por la tauromaquia, adoptó a Clergue como si fuera un hijo. Poco después, le presentó a su amigo Cocteau
.Un enamorado de la Fiesta (es un gran partidario de Juan Bautista) y La Camarga. Hasta tal punto le fascina la muerte del toro bravo en la plaza, que llegó a publicar un libro de fotografías sobre este motivo ("Toros muertos", 1970).
Sus planos en contrapicado y el blanco y negro de su trabajo resultan estéticamente apabullantes.
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