La formación que dirige Pablo Iglesias –en Andalucía, Teresa Rodríguez-- busca acabar con la tauromaquia en Andalucía, prohibiendo la entrada de menores tanto a los espectáculos como a las escuelas taurinas para "cortocircuitar el relevo generacional de matadores".
De esta forma se trata de obviar las consecuencias de la sentencia del TC sobre el caso de Cataluña, cuando anuló la ley que pretendía directamente la prohibición de las corridas de toros.
Ahora la formación radical tiene buscar el apoyo del PSOE andaluz; un empeño que no será fácil. De hecho,e esta iniciativa podría corree la misma surte que aquella otra cuando propusieron en Sevilla suprimir las procesiones de Semana Santa: a todo correr tuvieron que retirarla ante el rechazo social.
Podemos registró el pasado viernes en el Parlamento de Andalucía una proposición de ley para reformar la legislación autonómica en materia de protección de animales, un texto en el que han participado una veintena de asociaciones ecologistas, y que fue remitido a principios de semana al resto de grupos políticos con los se va a negociar su tramitación.


La propuesta de ley de Podemos prohíbe expresamente la “participación” y la “asistencia” de “personas menores de 18 años en pruebas funcionales y entrenamientos a puerta cerrada con reses de lidia, espectáculos y festejos debidamente autorizados con este tipo de animales y clases prácticas con reses celebradas por escuelas taurinas autorizadas”, según señala la proposición de ley. El secretario político de Podemos, Jesús Rodríguez, es quien ha coordinado la redacción del texto, y cree que impidiendo el acceso de alumnos menores de edad a las escuelas taurinas “cortamos de raíz el relevo generacional de toreros”, lo que a la larga “terminará por dar la puntilla a la fiesta”.

Lo que por lo visto no se ha tenido en cuenta es que en aquella resolución del organismo de la ONU, que no era no ejecutiva sino una mera recomendación, se reconocía abiertamente "no está en contra de la tauromaquia en general en España, ya que es un evento histórico y cultural”.
Y desde luego obviaba el estudio de un grupo de científicos que, a petición del Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid, ha sido rotundo: “Con los datos actualmente disponibles, no se puede considerar como peligrosa la contemplación de espectáculos taurinos por menores de 14 años, cuando se trata de niños psicológicamente sanos y que acuden a estos festejos de forma esporádica, voluntariamente y acompañados de adultos que tienen actitudes positivas ante las corridas de toros”.
Para luego añadir de forma inequívoca: “No hay bases suficientes para sustentar científicamente una medida como la prohibición de entrada de los menores de 14 años en las plazas de toros”.
A la búsqueda de apoyos
Conviene recordar algunos datos. Y así, en 2010 el Parlamento catalán abolió las corridas de toros por 68 votos a favor, 55 en contra y nueve abstenciones. La prohibición entró en vigor el 1 de enero de 2012, pero el Gobierno central recurrió la ley ante el Tribunal Constitucional, y éste la anuló en 2016. Cataluña fue la primera en intentarlo.
En Andalucía Podemos afirma que cuenta ya con el apoyo de IU para tramitar su proposición de ley y espera sumar el respaldo de los socialistas, que impulsaron una norma similar en las Islas Baleares.
Pero Podemos ha sido más cauteloso que catalanes y baleares a la hora de abordar el asunto de la tauromaquia, para evitar que su reforma legal acaba también bloqueada en los tribunales.
Cataluña prohibió las corridas y Baleares suprimió de los festejos el tercio de varas y que los toreros usarán banderillas, estoques y puntillas, en tanto sólo autorizaba el uso del capote y la muleta.
En Andalucía, una región 119 plazas de toros, se ha apostado por asfixiar las escuelas donde los jóvenes aprenden a torear.

Las competencias sobre el mundo del torno no están ni en la Consejería de Turismo ni en Cultura, sino en el departamento de Justicia, que regula los espectáculos que se celebran en la comunidad. Según sus estadísticas, el 50% de los festejos populares de Andalucía son corridas o novilladas --unas 200 tardes de toro al año de media--, por detrás de Castilla y León, Castilla La Mancha y Madrid.
Para que la reforma de la ley de protección animal que pretende Podemos salga adelante, será esencial el voto del PSOE. PP y Ciudadanos rechazaron cualquier cambio en este sentido en Cataluña y Baleares.
La Junta de Andalucía está muy comprometido con el mundo del toro y con las Escuelas Taurinas, al que subvenciona indirectamente, pero hay ayuntamientos gobernados por el PSOE, como Córdoba, donde recientemente se ha aprobado una moción para retirar las ayudas municipales a los festejos taurinos.
En Andalucía, la Tauromaquia está regulada en la ley autonómica sobre festejos populares y escuelas taurinas, pero Podemos pretende afrontar el asunto con una reforma de la Ley de Protección Animal, “obsoleta” después de 15 años en vigor sin apenas cambios.
Esta norma protege a los animales de la acción “violenta” del hombre, pero deja fuera tres supuestos que son considerados parte de la tradición y cultura popular: el tiro al pichón, la pelea de gallos y la tauromaquia. Son tres exenciones que quedan al margen de la ley y que Podemos ha vuelto a incluir en su proposición de ley.
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