Buscar este blog

miércoles, 27 de junio de 2012

FESTIVAL DE LUCES EN BADAJOZ.

Feria de Badajoz

 

  • Incalificable becerrada de Zalduendo, propia de un festival benéfico

3ª Badajoz
26/06/12.
Toros: ZALDUENDO (0), de ínfima presentación, abecerrados, de poquísima fuerza y embestida pastueña.
MEDIA ENTRADA.
Toreros
MORANTE DE LA PUEBLA: de tabaco y oro . Dos pinchazos y estocada desprendida (saludos). Estocaca corta desprendida (pitos).
JOSÉ MARÍA MANZANARES: de nazareno y oro . Pinchazo y estocada trasera (una oreja). estocada tendida y trasera (una oreja).
ALEJANDRO TALAVANTE: de caña y oro . Estocada trasera (una oreja). Estocada (dos orejas).
Después de la tarde redonda de José Tomás y El Juli, ante una corridita casi insignificante de Garcigrande, pero donde, al menos, vimos el toreo de la mejor escuela, hemos pasado a un festival de luces, donde el toreo ha sido de tono menor y el toro no ha existido. Una becerrada incalificable de Zalduendo.
Para tener una idea cabal del tipo de espectáculo que vimos en Badajoz hay que ver cómo salió Alejandro Talavante para lidiar al sexto, un auténtico novillote de 445 kilos y presencia ideal para un festival benéfico.
 A Talavante sólo le faltó picar aquel perrillo con dos pitoncitos. Y digo que sólo le faltó picarlo porque hasta puso tres pares de banderillas. A propósito a toro pasado en el cuarteo y mucho mejor al quiebro. Ya había toreado con primor en los lances de capa, especialmente unas chicuelinas de pintura.
En la muleta vimos de todo: cambios de mano, arrucinas, pedresinas, derechazos ramplones, nautrales citando a distancia sideral y otros de su mejor cosecha. No faltaron las socorridas bernardinas y por fin una estocada atracándose de toro y saliendo cogido, afortundamente sin otro daño aparente que la rotura de la talaguiila. No hace falta contarles que cortó las dos orejas y salió en hombros. Ya había cortado otro apéndice en el tercer toro, al que toreó con ventaja, colocado a distancia. Pero ayer valía todo.
José María Manzanares también sacó partido de aquel festival de luces, sin toro, y con el minimo esfuerzo. Su primer animalito infundía menos respeto que el coderito de Norit. José Mari hizo lo suyo, sus derechazos detrás de la pala del pitón y más despegado todavía en los naturales. Mató en la suerte de recibir y le obsequiaron una oreja. Y otra más le regalaron en el quinto, otro ejemplar de becerrada de fin de curso.


Morante ligó lo más serio al único ejemplar de cierta entidad, el primero. Fue una tanda de derechazos. En el cuarto se debió avergonzar de lo que tenía delante y prefirió acabar pronto con el bochornoso espectáculo. Claro que a la gente no le gustó nada la actitud de Morante y le pitaron con fuerza. A ellos no les importaba que el toro estuviera ausente y que fuera reemplazado por un remedo de lo que es un ejemplar de lidia, un toro bravo de verdad.

No hay comentarios: