Una corrida mansa y complicada junto con el viento que ha soplado toda la tarde han hecho que el esfuerzo de la terna, muy por encima del encierro, no haya podido ser valorado.
Diego Urdiales consiguió lo mejor en cuanto al balance estadístico al jugarse la vida con el difícil segundo. Dio una vuelta al ruedo.
Antonio Ferrera anduvo toda la tarde con mucho oficio para quitarse de encima a su lote y Arturo Saldívar sorteó los toros más sosos que ni siquiera le dejaron espacio para el arrimón.
Abrió plaza un toro precioso de hechuras, que pronto marcó querencias en los primeros tercios y tuvo poco recorrido en la muleta. Manso, desarrolló además complicaciones, repondiendo con agilidad. Ante eso, Antonio Ferrera tan sólo pudo poner oficio en una faena sin opciones de lucimiento. El cuarto fue otro toro muy ofensivo por delante, alto, montado y entipado. La faena del extremeño tuvo dos partes, primero trató de
El segundo fue un toro muy serio, cornidelantero y muy armado. Largo. Diego Urdiales, que brindó la faena a Joselito, presente en el callejón de Las Ventas, hizo un esfuerzo importante ante un toro violento, brusco y complicado. Tuvo mérito la actuación del riojano en una faena de cáracter y entrega. Tragó mucho el torero, que tuvo que lidiar también con el molesto viento. Remató de gran estocada. Vuelta al ruedo. El quinto fue el de peor condición, manseó en varas. Dífícil lidia. Urdiales, que no terminó de confiarse, no tuvo opciones de lucimiento ante un animal descompuesto y complejo.
Arturo Saldívar sorteó en su primer turno un animal con cuajo y remate, más amplio de sienes. El mexicano, paciente, trató de ar pausas a un toro deslucido y que no terminó de romper para adelante. Cerró plaza un toro que si bien se movió lo hizo sin clase. Deslucido. Manso y complicado. No dio opciones al mexicano que fue silenciado.
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