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sábado, 8 de octubre de 2011

De mala índole

La fiesta mostró ayer su cara más dramática, la más dura ,y la más sangrienta .
Por eso la fiesta es grande. Por su antagonismo. Sus dos polos tan distantes entre sí.
La fiesta de los toros es un drama verdadero, donde la muerte y la tragedia forman parte del guión.El final de la temporada esta siendo sangrienta.
En Madrid la novillera Milagros del Perú , el peón de Rafaelillo , Fandiño y David Mora se salvaron milagrosamente de percances serios.
Las imágenes de la cornada son dantescas. La figura de un hombre con el rostro ensangrentado, el ojo fuera de su órbita y acordándose de su familia han dado la vuelta, gracias a las nuevas tecnologías, al mundo. Las reacciones no se han hecho de esperar. Solidaridad y fuerza con Padilla.
El jerezano es un torero honrado y profesional. No gustará a los ortodoxos, por sus formas iconoclastas y alejadas del clasicismo, pero Juan José es un hombre que nunca ha pisado la arena para engañar a nadie. Curtido en mil batallas, con el toro de verdad, aquél al que todos rehuyen, comenzaba a tener el respeto de todo el mundo, incluso de los más fervientes detractores. Desgraciadamente un "Marqués", cárdeno de capa, ha truncado unos años en los que el torero de Jerez podía disfrutar de lo que más le gusta, torear y ser feliz junto a los suyos.

He hablado antes de las nuevas tecnologías. La red muestra las noticias de una forma casi instantánea. Las ediciones digitales de los distintos periódicos han seguido de cerca el drama vivido. También estos nuevos modos de información dan al lector la oportunidad de dar su opinión.
Aquí es donde he vivido la crueldad humana, la perdida de valores, la falta de ética y moral. ¿Como se puede equiparar la vida de un ser humano a la de un animal? La racionalidad humana siempre estará por encima de todo.
Por esto pienso que los autores de estos comentarios de mala índole, están cegados por el odio, por la bajeza, por la maldad y sobre todo por una falta de humanidad muy notoria. Los aficionados estamos indignados con el tratamiento informativo del suceso y con los que permiten que salgan publicados esos comentarios fuera de lugar, con una total falta de vergüenza . El toreo es así de real, lo sabemos y lo asumimos con más clase que estos modernos y anticivilizados prohibicionistas.

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