David de Miranda se ha presentado este domingo Sevilla con la intención de triunfar. Para ello se ha quedado muy quieto, toreando despacio y demostrando un buen concepto de lo que para él es el toreo. Debutó en la Maestranza con un encierro del Conde la Maza exigente, que tuvo mucho que torear, pero que no fue para quitar de en medio a nadie.
De Miranda quitó muy ajustado en sus dos novillos, con el capote a la espalda y se llevó una voltereta espeluznante en el tercero cuando iba a dar el primer lance. Se levantó y repitió la jugada. Brindó a Fernando Cuadri antes de ir al centro del anillo para dar el pase cambiado por la espalda, impávido y sin mover las zapatillas.

Citó de frente y toreó despacio con la mano izquierda pero fue una pena que lo estropeara con la espada. Pasó del posible triunfo al drama ya que Rafael Guerrero fue cogido mientras Miranda cambiaba la espada y el novillero se llevó una voltereta cuando cerraba la faena por bernadinas.

Abrochó con manoletinas y dio una vuelta al ruedo tras petición mayoritaria del tendido 11, donde se encontraban sus paisanos. El palco se llevó una bronca
.LORENA MUÑOZ / ABC SEVILLA
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