No es el ideal ni representa la tauromaquia ni la fiesta de los toros ni el llamado Toro de la Vega. Ni nos representa a los aficionados al toreo, probablemente. Pero es un toro. UNO. Y no voy a caer en el movimiento prohibicionista que pretenden los antitaurinos a los que Rompesuelas, o Rompetechos, al que dotaron de alma como a la madre de Bambi, les importa un carajo. Ellos no van a Tordesillas por el liberad a Willy sino por razones mucho más sibilinas. Si lograsen acabar con el Toro de la Vega, lo siguiente sería el Toro de Coria. Y después los bous al carrer y los festejos populares que son el origen mediterráneo de todo lo demás. Así, la fiesta quedaría como un edificio sin cimientos: los árboles se talan por la base.¿De verdad a los animalistas les interesan los animales? Al día en España se sacrifican 1.840.000, un millón ochocientos cuarenta mil, traducido en letra que suena más, cada veinticuatro horas, entre pollos, gallinas, terneros, vacas, toros, corderos, recentales, cerdos, lechones... Proliferan los mataderos musulmanes en los que se han de seguir las tradiciones, las leyes de la Sharia. ¿Saben cómo se mata diariamente en nombre de Alá en cada vez más mataderos españoles?Un cuchillo afilado como un bisturí degüella el pescuezo del cordero o el ternero -colocado mirando a la Meca por supuesto- por la yugular. La agonía entre balidos dura hasta que se desangra. Muchos veterinarios ya ha empezado a negarse a trabajar en estos centros de los que probablemente usted, amable lector, carecerá de noticias. Los mass media, que le habrán informado de los 11 muertos en festejos populares antes que de los fallecidos haciendo barranquismo, no lo cuentan y participan activamente del debate en una sola dirección.La libertad de los antis y sus tentáculos viaja en una sola dirección. La libertad de Rompesuelas, por encima de la libertad del pueblo de Tordesillas; la libertad de los animalistas por encima de los millones de aficionados a un espectáculo legal. Uno cosa conducirá a la otra. La Vega es escaparate de todo el almacén de objetivos a derrocar. Y el último sería el edificio entero de la Tauromaquia.
ZABALA DE LA SERNA
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