En la plaza de Madrid, y organizada por la empresa Taurodelta, se ha celebrado la segunda reunión para analizar algunas medidas .
En un momento de furiosa embestida contra la tauromaquia conviene eliminar, sin romper las normas fundamentales de la lidia, aquellos aspectos que van contra la sensibilidad del espectador de esta época.
Por ejemplo, ese espectáculo de los descabellos en número a veces insoportable. Y en la reunión de este martes se ha estudiado la posibilidad de incorporar al reglamento taurino la limitación de esta práctica así como la del uso de la puntilla, tanto en el número de intentos que puedan practicar los matadores y sus cuadrillas como el tiempo empleado.
Tarde o temprano el toreo debe adecuarse a una exigencia del trato a los animales y esa suerte final debe ser cuanto más rápida y limpia mucho mejor.
En el caso de la puntilla la empresa Taurodelta ofrece a los toreros los servicios gratuitos de un puntillero profesional, como ya ocurría antes, y evitar que un banderillero practique esa suerte, muchas veces con poca pericia y gran daño a la sensibilidad de los espectadores.
Otros aspectos de esta reunión han tenido relación con solucionar el problema del viento en la plaza, la vestimenta de los que no componen las cuadrillas, y agilizar algunos momentos de la lidia como la salida de los caballos de picar
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