Juanpedrada en FALLAS.
Otra salida a hombros muy justa que evidencia
el bajo nivel que el palco de Valencia está tomando
Así ha sido otra vez la corrida de Juan Pedro, para escarnio de quienes la compran y de Enrique Ponce que la elige. Ayer el maestro se fue de vacío intentando justificarse ante un lote inmundo, especialmente el cuarto que para mayor recochineo brindó al público. ¿Acaso un torero con su veteranía y técnica no había visto que aquella mole era un mostrenco?.
Y como en Fallas vale todo la bondad de la gente ayudó a Cayetano en el quinto para taparse y maquillar en parte el adefesio de la corrida. Cayetano tiró de escuela, la de su larga y enorme dinastía, para sacarse de la manga unos naturales de frente, a pie junto, en el quinto, de cartel. Un fogonazo muy torero que con la espada en los bajos le sirvió para cortar una oreja.
Y Ginés Marín con el desparpajo de su juventud se montó encima de un lote descastadísimo, el sexto no podía con el rabo, para cortar una oreja en cada toro y salir en hombros. Increíble en una tarde de pecados mortales. Por ejemplo en ese sexto, cuando todo iba cuesta abajo se inventó una bernardinas y un espadazo. Lo dicho, en hombros.
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