Buscar este blog

domingo, 31 de mayo de 2015

Los ibanes del picante

FERIA DE SAN ISIDRO

Hay ganas de toros y se demostró con una buenísima entrada a pesar de que el cartel estaba lejos del oropel de las figuras. 
La tarde dominical no resultó triunfal, desde luego, pero se mantuvo un nivel de interés por el juego de la corrida. En efecto, correosos, con picante, con movilidad, así han salido los toros de Ibán y el sobrero de Torrealta.
 Una corrida muy anovillada en general, lo que le han perdonado por su procedencia. 
Y es que aquí, en Madrid, se protesta mucho más el hierro que el trapío.
Pero a lo que vamos, una corrida interesante para el aficionado y mucho menos para el torero. Toros exigentes, especialmente el lote de Luis Bolívar que ha querido pero no ha podido con ellos. 
El colombiano ha tirado de velocidad, sin encajarse en ningún momento, y aunque sus dos faenas se iniciaron con cierto ritmo, iniciaron la cuesta abajo en la segunda parte, muy en especial con el sobrero de Torrealta al que molió a trapazos, incapaz de someterlo por bajo. Era un trago ponerse delante de esa embestida y para colmo Bolívar no superó el ambiente hostil que se creó contra él en los tendidos.

Fernando Robleño, en su línea de torero con oficio, tuvo enfrente un lote que le permitió trenzar muletazos, especialmente sobre la mano derecha, pero que se fue apagando. El cuarto, con mucho tranco, le dejó a dos velas después de haber encarrilado la faena. 

Serafín Marín, al que se le nota sus pocas corridas en el último año, no pudo con un lote que le superó y estuvo lejos del torero que cortó dos orejas en la temporada 2014 en Madrid.

Madrid, domingo 31 de mayo de 2015. Toros de Baltasar Ibán y un sobrero, el sexto, de Torrealta. Bien presentados, serios. Deslucidos en líneas generales a excepción del buen tercero, encastado y exigente. Fernando Robleño, ovación con saludos en ambos; Serafín Marín, silencio en su lote; Luis Bolívar, palmas tras aviso y silencio. Entrada: Tres cuartos de plaza. Saludó tras banderillear al tercero Raúl Adrada.


No hay comentarios: