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miércoles, 13 de mayo de 2015

Calor y búfalos

FERIA DE SAN ISIDRO

  • Una orejita barata para Talavante y lotes imposibles, carne de matadero, para Padilla y El Cid

La tarde sofocante, las apreturas para entrar en la plaza y el horrible juego de los toros se confabularon para amargarle la velada a los espectadores (aficionados es otra cosa) de aluvión. En efecto, primera gran entrada de la feria y primera moruchada de libro. Ah, y primera oreja del clavel. Esto es lo que ha dado de si una tarde en la que ya aparecía alguna de las llamadas figuras y se veía por la plaza a los del glamour; pero se llevaron una bofetada porque la corrida de El Ventorrillo fue una exhibición de falta de casta absoluta. El calor africano de ayer estaba como hermanado con los búfalos que saltaron al ruedo, propios de la sabana.
Uno de ellos, el tercero tuvo algo de parecido con el toro de lidia, pero en la versión borrega. Con el pobre animalito Alejandro Talavante tuvo pinceladas en naturales y derechazos de buen ver, sin más historia, pero como mató de una gran estocada los del clavel se enardecieron y consiguieron una orejita que otro torero de la zona proletaria no habría cortado jamás en las mismas circunstancias. El sexto armario con pitones le dejó con las ganas de la puertecita grande porque ese morucho tenía menos embestida que un Ñu.

Juan José Padilla puso un gran par al cuarto y ese fue su balance positivo ante un lote que no le permitió otra alegría, por mucho que se empeñara en pegarle pases al cuarto, carne de matadero. El Cid que viene a encerrrarse con seis victorinos el 5 de junio, no pasó del trámite y abrevió después de algunos muletazos de calentamiento. Aunque ,¡ay!, que inseguro le hemos visto, pensando en la que le espera...
Madrid, miércoles 13 de mayo de 2015. Toros de El Ventorrillo. Bien presentados, abiertos de líneas y en general deslucidos, sin clase y de muy escaso fondo. El de mejor condición fue el 3º, aunque duró muy poco. Juan José Padilla, silencio en su lote;El Cid, silencio y silencio; Alejandro Talavante, oreja y silencio. Entrada: Casi lleno. Se desmonteró tras banderillear al tercero Juan José Trujillo.

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