El pasado jueves día 27, en el Real Círculo de Labradores de Sevilla y organizado por su Departamento Cultural, tuvo lugar una charla-coloquio a cargo de Rafael Moreno, periodista y apoderado de toreros, sobre el comunicado conjunto hecho público por cinco figuras del toreo en el que dejaban clara su disposición de “no torear en la plaza de Sevilla bajo la contratación de la empresa Pagés”.
Y no solo por la cuantiosa indemnización que posiblemente se verían forzados a pagar, que en este caso pasaría a segundo plano, sino, sobre todo, porque es bien sabido que quien acepta una imposición de este tipo está condenado a vivir constantemente en manos de quien le presionó; e incluso de cualquier otro grupo capaz de utilizar semejante método.
El camino, pues, era equivocado.”
A la hora de analizar las razones expresadas por los toreros se puso de manifiesto que aunque las palabras y el tono empleado en la rueda de prensa por Eduardo Canorea eran manifiestamente mejorables, el trasfondo de aquellas palabras no justificaban en absoluto una postura tan drástica y perjudicial para la afición de Sevilla. De una manera especial, y a modo de inciso, se hizo mención al apartado del comunicado en el que se decía textualmente que… “lo hacían (su negativa a torear) para que la plaza recupere su identidad…”. Quedó de manifiesto que según se entiende en esta tierra, la identidad de la plaza de Sevilla, forjada a lo largo de siglos por las muchas generaciones de aficionados que pasaron por sus tendidos y de toreros que se jugaron la vida en su ruedo, ni está en peligro, ni nadie se puede atribuir la función de convertirse en salvador o, en este caso, de salvadores
Tampoco se entendía en absoluto que los cinco toreros hubieran formado un grupo para actuar conjuntamente ante una empresa.“Los toreros –señaló el conferenciante- siempre han tenido problemas con los empresarios, pero siempre los han solucionado a nivel individual. Jamás han comentado con nadie, y mucho menos con los compañeros, cómo le iban las cosas con uno u otros empresarios. Jamás. Era parte de su intimidad y formaba parte de su estrategia. Cada uno tenía su fuerte personalidad, absolutamente individualista y no manejable por nadie. Y mucho menos por algún compañero. ¿Alguien se imagina a Antonio Ordóñez, a Santiago Martín “El Viti”, a Diego Puerta, a Paco Camino y a Curro Romero citándose a una reunión para hablar de contratarse o no con una empresa, porque el empresario fuera de una u otra manera?”
Finalmente, aún reconociendo que los cinco firmantes del comunicado son auténticas figuras del toreo, con categoría para ocupar un puesto en cualquier feria, en el debate quedó claro que no todos los toreros tienen el mismo predicamento en todas las plazas; por lo que, en esta ocasión, concretamente en Sevilla, algunas ausencias han sido más dolorosas y han hecho más daño que otras.
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