SANFERMINES
Paco Ureña se llevó el lote en una tarde de alimañas.
Los toros de Escolar ya dieron la nota en el encierro cuando uno de ellos, Curioso, volvió a los corrales de la Rochapea, un caso no visto en un siglo.
En la calle el resto de la manada dejó un reguero de heridos y luego por la tarde, en la plaza, sembraron el pánico. Pero miren por donde dos de ellos, el lote de Ureña, ¡eso se llama tener potra!, metieron la cara y se dejaron hacer el toreo. Y Ureña, con una gran actitud, consiguió un triunfo de puerta grande.
En el tercero, que tenía mucho que torear, se plantó ganando siempre terreno, sin achicarse ante el peligro sordo del toro y lo metió en la muleta, hasta lograr una buenísima tanda sobre la derecha al final de la faena.
El sexto fue un "santo" entre demonios porque tuvo nobleza y Ureña lo toreó a placer con mucha entidad y siempre por derecho.
Exquisitos los naturales y muy ligados los redondos. Una estocadca corta tumbó al de Escolar y cayó otra oreja. Ureña había triunfado entre el pánico.
Porque pánico fue el que desataron los otros cuatro toros con los que Francisco Marco, un becario de esta plaza, no supo por donde andarse y Paulita, torero fino, se encontró con una alimaña, el segundo, y tiró también la toalla en el quinto, aunque con este toro podía haberse tapado al menos con más decoro.
Pamplona, sábado 11 de julio de 2015. Toros de José Escolar (1º bis). Bien presentados, entipados, de astifinas defensas. Desiguales de juego. Los mejores, el exigente tercero y el buen sexto. Complicados segundo y cuarto, sendas alimañas. Sin entrega ni celo el primero y un quinto bravucón.
Francisco Marco, silencio en ambos; Paulita, pitos y pitos; Paco Ureña, oreja y oreja con petición de la segunda.
Entrada: Lleno.
Entrada: Lleno.
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