A los 67 años ha fallecido en Barcelona Luis Mª Gibert, presidente de la Federación Taurina de Cataluña y alma mater de la histórica ILP nacida en Barcelona y que llegó hasta el Parlamento, para convertirse en la actual Ley para el Fomento y la Protección de la Tauromaquia, en lo que ha sido un paso nunca dado en la historia de nuestro país.
Sus restos mortales permanecerán a lo largo de todo el día de mañana en el Tanatorio Sancho Dávila, de Barcelona, y el jueves a las 10 de la mañana se celebrará el funeral en la Parroquia de Los Claretianos. Por su expreso deseo, será trasladado hasta la localidad conquense de Beteta donde recibirá cristiana sepultura.
A lo largo de unos años intensísimos, la grave enfermedad que padecía no fue obstáculo para su dedicación a la causa taurina y hacerlo además con admirable eficacia, como demuestra todo el recorrido seguido por la ILP que impulsó. Sin su dedicación y su entusiasmo, que supo contagiar a otros muchos, ni la ILP habría batido el record de firmantes ni hoy tendría la Ley que marca el camino del futuro.
Por eso hoy, cuando tantos buenos aficionados se entristecen con su desaparición, es momento para recordar la gran deuda que la Tauromaquia en su conjunto y en todos sus estamentos tienen contraída con este hombre bueno, batallador y constante, que tanto ha hecho por el arte del toreo.
Bueno sería, más: resulta debido, que junto a nuestro recuerdo y nuestra solidaridad con su familia y con la afición catalana, cuanto amamos el Arte del Toreo supiéramos rendirle el homenaje que merece su recuerdo y su trabajo, que a la postre ha redundado en beneficio de todos.
Descansa paz, maestro.
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