Con el impacto emocional de la abdicación de S.M el Rey el público, en corrillos y entre amigos, comentaba la noticia que sacudió a España. Y el aficionado a los toros, en su más íntimo sentimiento, no puede sino agradecer a Don Juan Carlos su afecto por la fiesta y su respaldo a la misma. Todavía lo recuerdo en una barrera del 1 entusiasmado por una faena de José Tomás aquel inolvidable 5 de junio de 2008. Y tantas veces que en la Beneficencia y en la Prensa no faltaba a la cita.
Ayer, además ese sentimiento por el histórico acontecimiento, la plaza siguió la lidia de una desigual corrida de Cuadri.
Una tarde en la que Javier Castaño nunca sometió por bajo, especialmente a su primero, brujuleando en una alabor que nunca consiguió enderezar.
El toro, sin llegar a la bravura excelsa, sí que metió la cara por derecho. Faena roma como la del cuarto. Naturalmente su cuadrilla, con un Fernando Sánchez excepcional con los palos y un Marco Galán insuperable en la brega, sostienen en pie su titubeante andar por los ruedos.
Iván García, entre la desconfianza y la falta de sitio, no encontró como meterle mano a un lote muy deslucido, pero de un veterano como él hay que esperar mucho más que el baile de zapatillas y el trallazo por la cara.
José Carlos Venegas, que confirmó su alternativa, desperdició a su primero y fue cogido por el sexto, que se quedó sìn picar y lo desbordó. Este chico no estaba para este reto de Madrid. Otro que colaron en los carteles nadie sabe por qué circunstancia. Y pensar que toreros en buen momento como López Simón se quedaron por fuera...
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