Leandro anuncia su marcha.
Un retiro según él "obligado", cansado por el silencio, por el olvido, que es lo peor que le puede pasar a un artista, otra cosa son los que se toman el toreo como mero negocio, pegar pases y pagar pasta.
Se va Leandro, se va un artista, alguien con el toreo vivido intensamente cada vez que ha tenido oportunidad.
Y este es mi pequeño homenaje.
Muchas veces decimos que el torero ha de encontrar la inspiración, y eso solo lo consiguen los que nacen con el toreo dentro, no tienen opción de elegir profesión, otros quizá si. Leandro pertenece a aquellos cuya manera de sintonizar con su interior es con un capote, o muleta, en las manos y con un toro delante. Esa es su Paz.
El sistema corrupto taurino no lo ha dejando estar en Paz.
El toreo se ha convertido en negocio, el arte ha pasado a "souvenir" de baja calidad auspiciados por masas embriagadas y elaborado por toreros valientes, sí, pero carentes de un mínimo de Arte, algo que si tiene Leandro.
El torero de Valladolid vivía, sentía, pensaba, toreaba a través de la inspiración que le contagiaba el saberse torero. En cualquier plaza que pisaba podía aparecer un motivo para crear arte, de contarnos una historia que se quedaría grabada en nuestra retina para después recordarla cuando estamos delante de un pegapases del montón, pero que torea 60 corridas al año, maldita sea.
El toro, ajeno a los despachos del Santo Oficio Empresarial, se queda sin otro artista al que ofrecer sus embestidas. Se queda sin poder haber inspirado a Leandro tan solo con haber estado encerrado en una de las, pocas, corridas que estuviera acartelado el vallisoletano.
Miro desde aquí a la Tauromaquia, y mi rostro se torna triste, me acongoja pensar en que poco a poco me voy a ir emocionando menos en una plaza de toros, porque para ver pases, carreras, celebraciones mirando a la grada.., quizá opte por el fútbol.
El toreo es otra cosa ¡coño!. Toreros como Leandro, con el don del toreo, toreros que encuentran en su forma de torear el sentimiento, el Arte de la Tauromaquia, son menos preciados por su creatividad.
Leandro, quizá no leas esto, es un simple blog, pero si te sirve de consuelo creo que con toreros como tú con ese alma, todavía existe esperanza, sinceridad y un toreo lleno de emoción. Ánimo y ojala, algún día, podamos despertar en otra realidad en la que encontremos a los verdaderos artistas que solo desean que la Tauromaquia mejore, solo así podremos hablar del Arte de Torear.
http://ellibrodelarte.blogspot.com.es/
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