Castella y López Simón convirtieron el mano a mano en una pantomima torista
Cuando la fiesta desaparezca, que a este paso no será muy tarde, llegarán el lamento y las lágrimas. Pero entonces nada tendrá ya remedio.Se corrió la voz de que el mano a mano de los dos triunfadores de la temporada traía la emoción asegurada. Pero, para empezar, una sorpresa poco agradable: la plaza solo se llenó en casi sus tres cuartas partes, asunto que debiera servir de reflexión para los taurinos. ANTONIO LORCA-enlace( Crónica completa )
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