
Ambas muestras de sufrimiento animal.
En el caso de los cerdos de granja, El Roto podría haber escogido cualquier día de sus cortísimas, aceleradas y cebadas vidas para transmitir idéntico mensaje.
En cambio, en el caso del Toro cualquier otro día de su existencia hubiera transmitido un mensaje muy distinto: su libertad en la espaciosa dehesa, el cariño del ganadero y su cuidado diario, su majestuosidad…

Y si alguien duda de esta información, por favor que se ilustre mínimamente sobre el proceso de crianza del Toro. Créanme, no es una cuestión que admita discusión.
No pretendo convencer de la defensa de la Tauromaquia, pero sí que busco al menos pedir que las opiniones se viertan desde una visión más completa, que engloba todo el universo del Toro: Crianza, Corridas de Toros, Literatura, Pintura, Coloquios, etc.
Joaquín Sanz
http://torear.blogspot.com.es/
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