Ocho ejemplares hondos y bien armados son mimados en la finca Comeuñas para llegar lustrosos a San Isidro
Ocho toros hondos, bien armados, como corresponde al hierro que lucen.
Ocho toros que pastan en la placidez de un gran cercado de verde intenso en la finca Comeuñas, en el término onubense de Trigueros.
Son los ejemplares reseñados por Fernando Cuadri para lidiarse en la próxima Feria madrileña de San Isidro, la que será una de las corridas más esperadas por los aficionados.
Son los reyes del campo bravo.
Ocho toros que pastan en la placidez de un gran cercado de verde intenso en la finca Comeuñas, en el término onubense de Trigueros.
Son los ejemplares reseñados por Fernando Cuadri para lidiarse en la próxima Feria madrileña de San Isidro, la que será una de las corridas más esperadas por los aficionados.
Son los reyes del campo bravo.
«Es una corrida en el tipo de la casa de la que esperamos lo mejor», dice diplomático el ganadero, que, sin embargo, tiene especial ilusión en dos de ellos.
«El colorao es un toro imponente, que sorprende por la fuerza que transmite su trapío. Y el 28, que por reata y por hechuras lo tiene todo para ser un gran toro». Recuerda que es hermano de uno de los tres sementales que tiene ahora la ganadería. «Es además un animal muy tranquilo en el campo y esa cualidad siempre nos ha demostrado que es buena para el comportamiento después en la plaza».
Continúa Cuadri: «Estos toros tranquilos se adaptan muy bien al viaje, al estrés del camión y a las horas de carretera, a los corrales de la plaza, al trasiego del reconocimiento y del enchiqueramiento; vamos que lo sufren todo menos y salen al ruedo con el depósito lleno, sin haber gastado nada, con el motor a tope».
Un toro peleón
Todos las mañanas, el mayoral Gaspar y el ganadero dan vuelta por los cercados para comprobar que no ha habido novedades, que no hay ningún toro herido «porque en este lote hay alguno muy peleón, frente a otros que son la mar de tranquilos». También es la hora de la comida, del pienso que compensa con siete kilos diarios por cabeza la frondosa vegetación que luce la dehesa en marzo.
Junto a los toros destinados a Las Ventas pasta el lote que en principio estaba destinado a laFeria valenciana de Fallas y que finalmente se lidiará en el coso francés de Dax, allá por el mes de septiembre. «La empresa de Valencia no tuvo la deferencia de llamarme para decirme que la corrida no iba finalmente; así no se hacen las cosas y tampoco iremos a la Feria de Julio. Sé que me he jugado esta corrida y la que tenía para Zaragoza, pero hay cosas más importantes que el dinero...», dice Fernando Cuadri sin querer entrar en más polémicas.
Para el coso aragonés tenía además preparado un toro imponente para la corrida concurso del mes de abril, a la que iba a volver tras conseguir el premio el año pasado con«Artillero», un cinqueño de más de seiscientos kilos.
http://www.abc.es/cultura/toros
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