TRIUNFAN CHAMACO, EL CORDOBÉS Y PAQUIRRI
La festividad del Corpus de 1.967
no será olvidada por muchos taurinos onubenses pues en aquella jornada tuvieron
la ocasión de ver actuar en la añeja plaza al ídolo del momento, Manuel Benítez
“El Cordobés”, que hizo el paseíllo junto a Antonio Borrero “Chamaco” y
Francisco Rivera “Paquirri” para lidiar un encierro de Joaquín García
Valdecasas. Ni que decir tiene que los tendidos del coso choquero se llenaron
en su totalidad, quedando público en los alrededores al no poder acceder al
interior.
El encierro de García Valdecasas
fue bravo y poderoso salvo el primero de la tarde. Salvo el primero, las reses
tuvieron nobleza y suavidad, fueron muy dóciles, por lo que, al ser
arrastradas, fueron aplaudidas. Tras el quinto, el mayoral dio la vuelta al
ruedo con los tres diestros actuantes.
Antonio Borrero “Chamaco” pechó,
en el que abrió plaza, con un toro sin posibilidad de lidia, aquerenciado en
tablas, donde el onubense lo trasteó con hábil acierto y a matarlo con
habilidad. El público, agradecido, le obligó a dar la vuelta al ruedo. Pero
Chamaco se desquitó en el cuarto al que lanceó con garbo y elegancia para, con
la muleta, le realizó una extraordinaria faena culminada de una estocada que
fue premiada con las dos orejas y el rabo.
Los tendidos estuvieron toda la
tarde con El Cordobés. Con su primero, brindado al público, lo voleteó pro alto
para seguir con redondos y naturales antes de lucirse con su peculiar
concepción del toreo. Estocada hasta la bola y dos orejas como premio. En el
otro repitió su actuación entre el delirio de los tendidos pero no estuvo
afortunado con los aceros pues necesitó de tres entradas y dos descabellos. Aún
así, fue premiado con una oreja.
Cerró la tarde Paquirri que
lanceó extraordinariamente a su primero, luciéndose en el tercio de
banderillas. Larga y amplia faena con la muleta con pases majestuosos y con
varios adornos antes de dejar una estocada y conseguir las dos orejas y el rabo.
Repitió su actuación en el último, un gran toro, pero no pudo conseguir el
éxito porque falló reiteradamente a la hora de matar y, aunque hubo una fuerte
petición, la oreja no fue concedida.
Fue una gran tarde de toros en la
que el público vibró y, de manera especial, con la actuación de El Cordobés que
fue sacado a hombros, junto a sus compañeros de cartel, entre la alegría de
muchas personas que habían acudido a la plaza con el único propósito de
presenciar su actuación. Otros muchos se acercaron hasta el hotel donde se
alojó para intentar conseguir un autógrafo o una fotografía con el popular diestro.
VICENTE PARRA ROLDÁN
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