Un auténtico huracán de esmbestidas

Un toro excepcional en el caballo y la muleta que al final desbordó a un buen muletero como Paco Ureña

Un toro puede salvar una corrida mansa y descastada. Y puede dejar argumentos para que el ganadero defienda sus toros. Y esto ocurrió en Madrid con ese excepcional ejemplar de Fuente Ymbro y de nombre Agitador, un ensabanado de 515 kilos y que fue todo un huracán de embestidas, pero de embestidas humilladas, repitiendo con impresionante codicia. Uno de esos toros que exigen una muleta muy poderoso y un ánimo por encima de lo normal. No era fácil sujetar, templar y mandar en esa embestida por el pitón derecho.

Paco Ureña, un buen muletero ya contrastado en esta misma plaza de Madrid, inició la faena con decisión y aquello prometía ser algo grande. Pero a medida que crecía en intensidad la acometida y la embestida de Agitador, menguaba el ritmo y la construcción misma de la faena en la que Ureña estuvo intermitente, dejando algunos muletazos e estimables sobre la mano derecha pero que torció definitivamente el rumbo de su actuación cuando se echó la muleta a la izquierda. A partir de ese momento Ureña estaba derrotado por la codicia de un toro de cortijo, aunque su bravura total quedara algo en entredicho por su berrea. Se pidió la vuelta al ruedo al toro. Había que dársela y no se concedió

César Jiménez anduvo deambulando con tan poco empuje como la mansedumbre de un lote para aburrir. El Payo, mexicano de corte de torero fino, cuajó en su primer toro los mejores muletazos de la tarde en naturales y algunos derechazos. El toro metía la cara de verdad hasta que se rajó de lo lindo. El sexto salió triturado del caballo de Tito Sandoval y El Payo se excedió en una faena tan larga como inútil
Madrid. Sábado 9 de mayo de 2015. Feria de San Isidro. Toros de Fuente Ymbro, el 3º devuelto tras blandear, muy bien presentados; bravo el 2º para el que se le pidió la vuelta al toro, bueno el 3º bis, nobles 5º y 6º. César Jiménez: Silencio en ambos; Paco Ureña: Silencio en ambos; Octavio García “El Payo”: Silencio tras aviso y silencio. Entrada: Tres cuartos