Puerta Grande a la entrega

FERIA DE SAN ISIDRO

Por fin se abrió la puerta grande para que saliera un torero vestido de luces y no un rejoneador. Y ha sido López Simón que sobre la base de una entrega total y momentos de buen toreo, especialmente en su primero, ha logrado la gesta. Y ojo, es la segunda este año aunque la vez anterior fue simbólica ya que estaba en la enfermería por una cogida. El torero de Barajas ha tenido a la gente de su lado. Le obligaron a saludar después del paseíllo en recuerdo de su épica tarde anterior y el resto de la tarde le jalearon su decisión y a clamaron sus momentos de calidad.

Ante una corrida de repugnante mansedumbre aunque con mucho que torear, López Simón demostró que se puede triunfar sin necesidad de bordar el toreo. Claro que en su primero tuvo detalles torerísimos y ligó, templando, en derechazos y apretó para torear también al natural, por encima de la guasa del toro. En el sexto, de mansedumbre con sorna y desparramando la vista, el torero se la jugó en la distancia corta, entre enganchones, es verdad, pero sorteando así los gañafones del manso. La oreja le abría la puerta grande aunque hubo mucho de respaldo a la entrega y el valor firme del torero y un cierto tufo a público dominguero, sin restar méritos a un torero de una pieza.

David Galván intentó templar la embestida por las nubes del primero, un toro sin fondo y sin fuerza. Galván superó con buen talante la adversidad y se estrelló con la embestida cortísima y la falta de fuerza del cuarto. Y Segovia vino a ver a Víctor Barrio, despegado y lineal toda la tarde. Brindó el quinto a su paisano Perico Delgado pero el manso con mal estilo desbordó al muchacho que siempre anduvo a la deriva.
Madrid, domingo 24 de mayo de 2015. Toros de Las Ramblas. Bien presentados pero deslucidos, de poco juego y muy bajos de raza. David Galván, saludos tras aviso y silencio tras aviso; Víctor Barrio, palmas en su lote; y López Simón, oreja y oreja.Entrada: Tres cuartos. Destacó lidiando al segundo Roberto Martín "Jarocho", que se desmonteró tras parear al quinto. López Simón -que regresaba a los ruedos tras el percance del pasado 2 de mayo en Las Ventas- fue obligado a saludar tras el paseíllo.