
Andrés Romero se ha sometido a ella para corregir diversos problemas respiratorios que venía arrastrando desde tiempo atrás y que se vieron agravados a raíz del percance que sufrió el pasado 15 de agosto en Alfaro cuando su primer toro de esa tarde, de la ganadería de Gallon, le propinó un fuerte pitonazo en la cara, entre la nariz y el ojo derecho, por el que recibió varios puntos de sutura.
De ir todo bien y según está previsto, el rejoneador onubense abandonará ya mañana el centro hospitalario donde ha sido intervenido para seguir en su casa con la recuperación.
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