No hay quinto malo

"V CORRIDA PINZONIANA"

Juan Antonio Ruiz "Espartaco", que volvía a actuar en una corrida de toros en España cinco años después, y el rejoneador Andrés Romero han salido a hombros al término de la quinta edición de la Corrida Pinzoniana que, un año más, ha acogido la plaza de toros de la localidad onubense de Palos de la Frontera.

 El  diestro sevillano, que llegó a regalar el sobrero ( quinto bis ), cortó seis orejas y un rabo mientras que el jinete onubense paseó el doble trofeo del segundo toro de su lote.
La corrida Pinzoniana es todo un evento en Palos. Este año, porque así lo quiso el mal tiempo de la pasada semana, fue una corrida con sabor añejo de verdad, tanto por el cuidado que ponen los palermos como porque era la ocasión para que Espartaco lidiara en solitario cuatro toros en compañía del rejoneador Andrés Romero. La ciudad vive su día de toros con entusiasmo. Se visten de marineros el alcalde, los músicos, los areneros y muchos espectadores. La cuna del descubrimiento revive su historia vital en los viajes colombinos con la fiesta de los toros.

Y estaba Espartaco. Se puso al mundo por montera y lidió cuatro toros para conmemorar sus treinta y cinco años de alternativa. En la plaza había un ambiente preñado de nostalgia y recuerdos. Algunos compañeros estaban allí para ver de nuevo al ídolo de los años noventa, al torero que marcó un tiempo con su temple y su poderío. Espartaco salió como un niño que debuta, con su sonrisa en la cara y una muleta atemperada para marcar los caminos de los toros.

Espartaco le cortó las dos orejas al tercero, un bravo y noble toro de Juan Pedro Domecq. Tras cumplir con el capote, cuajó una buena faena con la muleta: suave, con gusto y templada; con cuatro tandas diestras y dos de naturales. Concluyó con rodillazos y desplante; y mató de pinchazo y media.

Otras dos orejas logró del cuarto, también con el hierro de de Juan Pedro. El astado resultó bueno por el lado derecho, quedándose más corto por el izquierdo. Tras las verónicas iniciales, Espartaco brindó a Emilio Muñoz una faena de temple y poderío, sobre todo por la forma de meter al toro en el canasto por el lado izquierdo. Hubo temple y dominio, matando de estocada atravesada y descabello.

Abrió plaza un toro noble y con pocas fuerzas que lidió Espartaco. Resultó el de Cuvillo mejor por el lado derecho y más complicado por el izquierdo. El de Espartinas realizó una faena con tandas sobre la derecha para meter al toro y ligar los pases. No tuvo opciones al natural. Mató de tres pinchazos y estocada casi entera, saludando la ovación del público.

El sexto, de Albarreal, fue muy complicado pues se quedaba corto y daba cabezazos. Espartaco robó algunos pases sobre la mano derecha pero el lucimiento era imposible. Mató de tres pinchazos, media estocada y descabello y fue aplaudido antes de anunciar que regalaba el sobrero, también con el hierro de Albarreal.

Ese sobrero de regalo tuvo nobleza y pocas fuerzas. Ante él cuajó una gran faena al natural, muy relajado y templado ante un buen toro. Tumbó al burel de estocada y dos descabellos y fue premiado con las dos orejas y el rabo.

El segundo, primero de los de rejones, fue un astado de Luis Albarrán flojo y noble con el que Andrés Romero

anduvo correcto. Hubo más lucimiento sobre Cheke y en las cortas con Bambú. Falló en la muerte, precisando de hasta cuatro rejones, y saludó la ovación del público.

Dos orejas le cortó Romero al quinto, también de Albarrán. Estuvo vibrante y espectacular el caballero, sobre todo con Guajiro y Bambú. Con el primero levantó al público de sus asientos por el valor en sus piruetas. Sin embargo, mató mal con dos rejones y tres descabellos. A pesar de ello, se le concedieron las dos orejas.
La corrida Pinzoniana toma cuerpo año a año. Que nadie se engañe. Es una corrida de plaza de tercera y de ambiente muy festivo. Este pueblo marinero, cuna del descubrimiento, tiene el buen gusto de celebrar corridas de toros para recordarlo. Lo viven con pasión y a lo que se hace con esa entrega solo nos queda a los demás mostrar nuestra admiración. Este año, como dato fundamental, la llegada de Espartaco ha sido como un baño de recuerdos. Quien tuvo, retuvo. Fue el eterno Espartaco.

Palos de la Frontera (Huelva), 18 de octubre de 2014. Quinta edición de la Corrida Pinzoniana. Dos toros de Luis Albarrán (2º y 5º), para rejones, dos de Juan Pedro Domecq (3º y 4º, buenos), uno de Núñez del Cuvillo (1º, chico y flojo) y dos deAlbarreal (6º, deslucido; y 7º, lidiado como sobrero de regalo a manos de Espartaco, bueno). 

El rejoneador Andrés Romero, ovación con saludos y dos orejas; y Juan Antonio Ruiz "Espartaco", ovación con saludos, dos orejas, dos orejas, palmas y dos orejas y rabo.

 Entrada: Casi lleno. El festejo se celebró con ambientación de marineros y música medieval.

 .Por Carlos Crivell