NOVILLADA EN EL DOMINGO DE RESURRECCIÓN
DE 1.955
Por VICENTE PARRA ROLDÁN
Hace seis décadas, allá en 1.955, el Domingo de Resurrección ( 10 de Abril ) era taurino en la capital onubense, por lo que la empresa que regía el Coso de
Las Colonias organizó una novillada sin picadores en la que se corrieron reses
zalameñas de José Carvajal por parte de los diestros Manolo Villalba, Manuel
Naranjo y Curro Montenegro.
No fue muy amplia la presencia de espectadores en los
tendidos para ver este espectáculo en los que los novillos lidiados, excepto el
que salió en cuarto lugar, fueron bravos, duros, con láminas y defensas aunque,
eso sí, acusaron una gran nobleza y embistieron con los hocicos casi tocando el
albero.
El sevillano Manolo Villalba pechó con el peor lote pero se
desenvolvió bien y dejó la impresión de sus muchos conocimientos. Con su
primero, el más chico de todos, empleó únicamente la mano izquierda cuando
toreó de muleta, sacando provecho del novillo en tres series de naturales. No
estuvo afortunado a la hora de matar y paseó el anillo. Con el cuarto, de
embestida menos clara, jugó los brazos con facilidad y buen estilo para volver
a repetir el pésimo concepto que tenía sobre el uso de la espada. Volvió a
pasear el anillo aunque no obtuviera todo el beneplácito de los tendidos.
El valverdeño Manuel Naranjo “Naranjito” tuvo un momento
feliz al hacer un quite, agarrado a los cuernos del novillo y con evidente
exposición, para salvar al banderillero José Muñoz “Melli” de una cornada a la
salida de un par. El novillero escuchó la ovación más unánime de la tarde. Con
su lote se mostró valiente y con mucha afición pero demostró no tener aún los
conocimientos necesarios para superar pruebas como las de esta novillada. Con
el capote tuvo más valor que arte y con la muleta intentó todo en sus dos
novillos pero sin correr la mano por lo que, al quedar a merced de sus
oponentes, fue revolcado en varias ocasiones. Afortunadamente estuvo fácil con
la espada y fue ovacionado al acabar con sus oponentes.
El granadino Curro Montenegro supo ganarse a los
espectadores con su firme estilo tanto con el capote como con la muleta. Pese a
sufrir algún que otro revolcón, en algunos momentos mantuvo el interés de los
tendidos con buenos pases logrando cortar una oreja del que cerró plaza, en el
que saltó un espontáneo que fue capaz de dejarse pasar el animal muy cerca de su
camisa.
En la enfermería fueron asistidos los banderilleros José
Muñoz “Melli” de contusiones y erosiones en la región costal derecha así como
en la rodilla derecha, y Enrique Carrasco “Frijones”, de herida contusa en el
borde perineal inferior izquierdo que interesa piel y tejido muscular
subcutáneo, con pequeña trayectoria ascendente por debajo de esfínteres,
calificándose su estado de menos grave.
No hay comentarios:
Publicar un comentario