Recital de Eugenio de Mora ¡ y con el toro !
Salió el toro de Madrid y vimos el toreo bueno. Para que luego intenten colarnos los taurinos y sus acólitos mediáticos el fraude del becerro con el argumento de que es el que "sirve".
Y con el toro, Eugenio de Mora ha dado un auténtico recital. Al tremendo ejemplar de violencia y tarascadas que abrió plaza se cruzó de lo lindo y cuajó el derechazo profundo y el natural firme. Pero en el cuarto, de bella lámina, encandiló con un toreo relajado, de belleza singular en los naturales relajadísimos y una tanda de redondos majestuosa, venciendo con temple la poca fuerza del toro.
Oreja de mucho peso que en San Isidro, con un público más festivalero, habrían sido dos.
Este torero, que en su día dejó ir eso de las oportunidades de oro, ha rectificado por el camino del toreo macizo, del toreo de ley y ahora mismo pide un sitio en las ferias. El raquítico puesto que le han dado en San Isidro contrasta con el lujo de los Padillas, Fandis y otras hierbas. No hay derecho...
A Víctor Barrio se le derrumbó el tercero de la tarde a pesar de que el chico hizo lo que pudo por mantenerlo en pie, pero aprovechó a ley la clase del sexto, un toro de hermosa y tremenda presencia, al que entendió con inteligencia sobre la base del temple.
Madrid, domingo 5 de abril de 2015. Toros de Martín Lorca (1º, 4º y 5º) y Escribano Martín (2º, 3º y 6), bien presentados, con envergadura, serios y armados pero faltos de fondo y fuerza. El de mejor condición el cuarto, con calidad; manejable el manso sexto. Eugenio de Mora, ovación con saludos tras aviso y oreja tras aviso; Pepe Moral, ovación con saludos y silencio; Víctor Barrio, palmas y vuelta al ruedo tras petición. Entrada: Media plaza
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