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domingo, 5 de octubre de 2014

GERARDO ORTEGA, un ganadero recordado


En la jornada de este primer domingo del mes de octubre se cumplen cuarenta y un años del fallecimiento del que fuese prestigioso ganadero de reses bravas Gerardo Ortega Sánchez, iniciador de una dinastía que, al día de hoy, continúa con su nieto, también llamado Gerardo.

Gerardo Ortega había nacido en la aldea de El Patrás, perteneciente al municipio de Almonaster la Real, donde inició su actividad agrícola-ganadera, primero como un experto corredor y, posteriormente, como empresario dedicado fundamentalmente al suministro de carne a diversas provincias españolas que pronto le condujeron a dirigir un amplio complejo.
Después de vivir en la capital, concretamente en la calle Palos, fijó su residencia en Trigueros al haber adquirido algunas fincas en las que ubicó las numerosas cabezas de ganado que necesitaba para sus negocios.
Su acercamiento al planeta taurino se produjo cuando su hijo Paco quiso ser torero, por lo que Gerardo Ortega le compró algunos machos y, posteriormente, unas vacas que, finalmente, vendió a Celestino Cuadri.
 La actividad de la ganadería taurina la inició en el año 1.949 cuando adquirió 79 vacas y un toro semental, llamado curiosamente “Trigueros”, a Doña Carmen Calderón Alcalde a quién le había correspondido uno de los lotes en los que se dividió la ganadería de Don José Enrique Gallardo Serrano. Poco después, Gerardo Ortega aumentó dicho lote con 31 vacas y el semental “Imparcial”, reses adquiridas a los ganaderos Isaías y Tulio Vázquez.
El Señor Ortega lidió sus primeros productos en el año 1.952 y po“El Pelegrín” y “La Chaparrera”, muy cercanas al término urbano de Trigueros pero ubicadas en el municipal de Gibraleón.
steriormente adquirió un centenar de vacas y dos sementales del Marqués de Domecq. Entre las reses destacaban las jaboneras y las chorreadas en verdugo así como las negras zahínas. Las reses pastaron en las fincas
Paulatinamente, fueron llegando los éxitos para las reses criadas por Gerardo Ortega, destacando el obtenido en una corrida concurso celebrada en Córdoba o el último en vida del creador del hierro, logrado en las Colombinas del año 1.973. 
La ganadería triguereña adquirió antigüedad el 15 de julio de 1.979 cuando ya se lidiaba a nombre de José Francisco Ortega Sánchez. Las reses lidiadas por Manolo Amador, Julio Robles y Roberto Domínguez tuvieron buena presencia y fortaleza y de juego dispar, destacando las suaves y repetidoras embestidas de los toros que salieron en cuarto y sexto lugares mientras que el resto ofrecieron un juego variado.
Las reses de este hierro no sólo se lidiaron en plazas onubenses sino que también lo fueron en otras, como sucedió, curiosamente, con la lidiada en Zafra en la tarde del 6 de octubre de 1.973 cuando Sebastián Palomo Linares, Miguel Márquez y José Antonio Campuzano actuaron ante reses del ganadero a la misma hora que se procedía a su sepelio en el cementerio triguereño hasta donde se habían desplazado muchos taurinos para acompañar a la familia Ortega en tan difícil trance.
Los toros lucían divisas verde, amarilla y blanca y la señal era de hoja de higuera en ambas orejas.
En el año 1.973, Gerardo Ortega cedió la ganadería a sus hijos José y Francisco. Este último, en el año 1.984, se quedó como único propietario para, al año siguiente, cederla a su hermano José, que, a su vez, en el año 2.001, la cedió a su hijo Gerardo, quien la anuncia como “Toros de Gerardo Ortega”.
Durante su vida como ganadero, Gerardo Ortega ayudó a muchos jóvenes onubenses que se abrían paso en el mundo de la tauromaquia y sus fincas siempre estuvieron abiertas a estos aspirantes, entre los que hay que contar a su propio hijo Francisco que hizo sus pinitos en su juventud. Uno de los toreros que se hicieron en la casa de Gerardo Ortega fue Pablo Gómez Terrón que, en su etapa de novillero, lidió  muchas reses de esta ganadería.

Persona querida y admirada no solo por sus paisanos sino por el mundo taurino, su fallecimiento, a los setenta y cinco años de edad y después de una larga enfermedad, fue muy sentido y, al día de hoy, se le sigue recordando especialmente en su Trigueros.

Por VICENTE PARRA ROLDÁN

2 comentarios:

Anónimo dijo...

claro que le recuerda y a sus hijos tambien.

Anónimo dijo...

A mí no me la da. Es Ricky Lacoste.