Última de la temporada en la plaza México
Cuarto rabo de Pablo Hermoso muy protestado y un recital de poses en el cerrojazo
Se acabó la temporada oficial en la Plaza México con un casi lleno de fans. Finalizó con la misma lectura que las anteriores: si usted quiere ver toreo, venga cuando no asoman las figuras, si no prepárese para un desfile de bueyes o cabras. Hoy tocaron más bueyes que cabras y casi todos con la fuerza de una mosca.
Si asoma la cabeza un día del 'star system' podrá ver también rigores de verbena, trofeos de pueblo y faenas tramposas. Buen ejemplo de todo esto vino en esta última de la mano de Pablo Hermoso y Enrique 'Poses'. El primero se va con un rabo incompresible, el segundo con gritos de "torero, torero" cuando no logró dar una tanda quieto y abusó tanto de pico que hoy deberíamos hablar de 'piquismo' en vez de 'poncismo'.

Para colmo, el Payo, que había estado muy quieto y profundo con su primero, el toro más interesante de la tarde, tuvo un problema de gastroenteritis y Ponce le sustituyó por lo que fueron tres para su espectáculo solo apto para 'supporters'. Una pena lo de Payo, estuvo tan serio en su primer toro, tan fijo, dando pases tan ligados y sin moverse que los 'poncistas' ni se enteraron y los graderíos no expresaron emoción. Los vómitos repetidos durante la faena mostraban un Payo con serios problemas, le costó terminar en pie la faena, aun así lo mejor de la tarde.

El octavo que correspondía a Payo era un buey manso que brincaba y se defendió. Ponce lo sometió a base de pico y distancia, las poses pasaron a segundo plano y las precauciones a primero, los oles inmutables de fondo. Cuando el animal estaba rendido volvieron las figuritas a la carrera, porque quieto no estuvo en toda la tarde, con esos inválidos o corre el torero o ahí no acaba una tanda nadie. No faltaron las 'poncinas' y los pases de pecho que más bien eran de muñeca por la distancia entre toro y torero.
El toro número cien de Ponce en La México le valió una oreja, la única de la tarde por sus fallos con los aceros en sus dos anteriores. Si no, igual Hermoso no era el único que se iba con un rabo de más.
Rivera sacó una tanda por la derecha interesante a su primero y lo mató correctamente, consiguiendo por esto una oreja exagerada. Nada pudo hacer con su segundo que apenas se movía.
Monumental Plaza México. Vigésima y última corrida de la Temporada Grande. Casi lleno.
Toros de Teófilo Gómez, sin fuerza ni bravura salvo el cuarto. El sexto premiado con el arrastre lento.
Pablo Hermoso de Mendoza, ovación y dos orejas y rabo.
Enrique Ponce, ovación tras aviso, vuelta al ruedo tras petición y una oreja en el que mató por El Payo.
Fermín Rivera, oreja y silencio.
Octavio García El Payo, ovación.
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