TRIUNFOS ONUBENSES EN LOS “SAN VICENTE”
DE 1.987
Los festejos taurinos de Lucena del Puerto del año 1.987
tuvieron como base a Miguel Báez Litri y Rafi Camino, que actuaron en el primer
espectáculo con Manolo Salas mientras que la segunda función estuvo dedicada a
la joven novillería onubense que, por entonces, soñaba con la gloria.
El sábado 24 amaneció lluvioso pero el día fue abriendo y
mejoró a la hora del paseíllo con la plaza cubierta de aficionados. En esta ocasión
se lidiaron novillos de Concha y Sierra, entonces todavía propiedad de Litri - padre - , que presentaron muchas dificultades para su lidia dada la mansedumbre
que ofrecieron la mayoría de las reses.
Manolo Salas fue ovacionado en las verónicas de recibo de su
débil primero que, prácticamente, no se picó. Con la muleta, doblones y
derechazos sin encontrar el éxito por la escasez de fuerzas de su oponente al
que mató de dos pinchazos y tres descabellos, siendo ovacionado.
En el otro,
sardo de capa, el choquero estuvo con gran firmeza al torear con ambas manos
hasta que el animal se rajó por falta de fortaleza. Tras varios intentos con
los aceros, logró un apéndice con el que paseó el ruedo.
Litri, con otro sardo, no se lució con la capa, pero sí con
la muleta al que le hizo el repertorio de la casa, destacando en las series de
naturales, por lo que tras una excelente estocada, cortó los máximos trofeos.
En el quinto, cuya faena brindó a Emilio Silvera, desarrolló un trasteo rodilla
en tierra para continuar con un nuevo “litrazo” entre el clamor de los tendidos
que, entusiasmados, no cesaban de aplaudir. Necesitó de un pinchazo y una
estocada atravesada y cortó una oreja.
Por su parte, Rafi Camino se encontró con un sardo al que
recibió con buenas verónicas para, con la muleta, llevar a cabo un trasteo en
el que destacaron dos series de suaves redondos. Dejó una estocada trasera y
paseó dos orejas. El que cerró plaza fue un manso integral con el que el joven
novillero llevó a cabo un breve trasteo antes de necesitar de un pinchazo y una
estocada atravesada, siendo aplaudido antes de que los tres jóvenes fueran
sacados a hombros de la plaza.
Al día siguiente, Domingo 25, los becerros fueron del hierro
de José Luís Pereda y las reses permitieron el triunfo de los actuantes salvo
el tercero que ofreció algunas que otras dificultades.
Abrió plaza el local Cristóbal Regidor “El Negri” que estuvo
mullidor y voluntarioso, logrando dos orejas. Antonio Pérez “El Onubense” gustó
mucho con la capa y con la muleta por lo que fue premiado con las dos orejas y
el rabo. Miguel Carrasco tuvo una buena actuación ante un novillo que se rajó
pronto por lo que cortó dos orejas. Sorprendió Manolo Roca que corrió bien la
mano en una larga faena, galardonada con los máximos trofeos. Y cerró plaza
Jesús Medrano que se lució en unos naturales y manoletinas para lograr las dos
orejas de su oponente.
Por VICENTE PARRA ROLDÁN
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