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jueves, 29 de agosto de 2024

LA "TOMATINA DE LINARES"

 


Resaltaban los telediarios la gran expectación "internacional" sobre la festiva jornada del evento tomatero de Buñol  como fiesta mayor cuando en nuestro mundo taurino salto la noticia de que en el aniversario de Manolete en Linares  la terna se quedaba en encerrona tras baile de corrales. Eso si que tiene tomate...las cuadrillas de Morante y Manzanares hacen mutis por el foro y Curro Díaz apechuga como único espada para salvar el expediente en una plaza y un  día tan señalado.

Cada sorteo matinal es un suplicio para la autoridad en lucha con las cuadrillas , pero nunca se llega a romper el cartel como ahora a sucedido. La autoridad veterinaria y gubernativa cede muchas veces a los caprichos de las figuras y al revés también pasa . Todos recordamos festejos con toros impresentables que son pitados al principio pero que luego se lidian con normalidad e incluso son de triunfo...pero menoscabando la categoría  de todo el organigrama que tendría que velar por la integridad del espectáculo. Empresas, ganaderos , toreros , veterinarios , gubernativos y presidentes se resienten del cometido de dar grandeza al rito taurino. 

Cada plaza según su categoría y su idiosincrasia tiene argumentos para anunciarse séase ganadero o torero. Una vez encartelado hay que dar la cara lo mejor posible para bien de la fiesta y aunque siempre hay tiras y aflojas se abre el portón con todos los participantes contratados para beneplácito del respetable que religiosamente paga su entrada después de haberse organizado en viajes , presupuestos etc..

 La tomatina de Linares pone el listón del rigor del reglamento en primer plano y debería haber una formula para que nunca más vuelva a suceder, sancionando al que se quiera saltar a la torera y a última hora y  sin consecuencias lo contratado. Los enconamientos del sector son legítimos pero hay que llegar a acuerdos  para no dañar más hoy en día a la Tauromaquia que tanto decimos defender.

 Esperemos  se tomen medidas y que sirva de  ejemplo .



miércoles, 28 de agosto de 2024

EL PULSO DE LA FIESTA – Las Corridas Generales en pocas palabras

 Por José C. Arévalo

En Bilbao la gente ha ido a los toros cuando toreaba Roca Rey. Lógico. Pero qué pena.

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Tres cuartas partes de las plazas las llena el público. El resto, los aficionados. Siempre fue así. Solo los fuertes abonos quitan la razón a lo dicho.

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Antes había más público, hoy solo quedan los aficionados. La razón es bien sencilla: ayer los medios informaban sobre la Fiesta. Hoy la han expulsado de muchos periódicos, de la radio, de la televisión.

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A la Fiesta la han metido en un gueto. Solo Roca Rey la saca del gueto

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Me gusta la plaza de Bilbao. No se lo tiene creído como la de Madrid y la de Sevilla. Y tanto los aficionados como los espectadores saben catar el toreo.

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Si la crítica y los aficionados estuvieran informados sabrían que hay muy pocos toros en el campo y estarían más calladitos. Si por casualidad un aficionado leyera “La Dama de Abando” (historia de la antigua plaza de Bilbao) le sorprendería que en tiempos de los toreros de hierro los toros tenían menos trapío y romana que ahora.

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Daniel Luque hizo al primer toro de su mano a mano con Borja Jiménez una de las faenas más importantes de la temporada. Se enteró la plaza. El presidente, no. La crítica, tampoco.

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Si Borja Jiménez no estuviera en una admirable lucha por situarse, los presuntos buenos aficionados se habrían percatado del inspirado trazo que tiene el torero de Espartinas. Cuando llegue arriba será un torero de arte.

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En su primera actuación, a Roca Rey le robaron la Puerta Grande. En su segunda, una oreja. No sé por qué dan tanta coba al presidente de Vista Alegre. No tiene ni puta idea. Por cierto, R. R. dio los naturales más puros de la feria.

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Componer sin componer, inspiración y naturalidad, elegancia y verdad. Y el temple inexplicable. Por supuesto, hablo de Juan Ortega.

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Manzanares estuvo bien. Porque es un buen torero y un excelente matador. Lástima que la estructura de sus faenas siempre sea la misma. Y que a su elegante toreo le falte un poco más de apasionada sobredósis.

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Pablo Aguado une sevillanía y naturalidad. Da gusto verle. Pero hay que romperse un poquito.

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Seamos claros: La casta en el manso se llama genio. Dolores Aguirre lidió seis toros con genio y al que tenía la clase de sus ancestros “atanasios” no lo pudo lidiar por poca fuerza, pues el presidente, coherente en su incoherencia, no le perdonó como a muchos otros en esta feria.

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Si somos ecuánimes, el triunfador de Bilbao son dos: Borja Jiménez y Roca Rey. Y el héroe de Las Corridas Generales: Damián Castaño. Sí, héroe. Pero además torea francamente bien.

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Se despidieron de Bilbao Pablo Hermoso de Mendoza y Enrique Ponce. El navarro, que revolucionó el arte de Marialva, hizo una buena y académica faena. Nada que ver con la conmoción que lograba en sus buenos tiempos. El valenciano, líder de la regularidad triunfal en las tres últimas décadas, también hizo una buena y correcta faena. Nada que ver con los alborotos que antes formaba en Vista Alegre.

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Los bilbaínos han dejado las coas muy claras: O traen a las figuras en un ciclo competitivo o nos quedamos en casa. La verdad, razón tienen



Bilbao. Aste Nagusia. 2024

martes, 27 de agosto de 2024

Conclusiones de la Feria de Bilbao

 Las Corridas Generales de Bilbao, han dejado muchos temas para comentar y debatir. Resumimos  aquí telegráficamente las conclusiones principales de esos siete festejos.

Los toros


El prestigio tradicional de Bilbao se basaba, ante todo, en la seriedad y el trapío de los toros que allí se lidiaban: sólo un punto por debajo de los descomunales de Pamplona y al nivel, por lo menos, de los de Madrid. En este tema, esencial, ya se ha empezado a flaquear: la presentación de unos cuantos toros, lidiados este año, no ha estado a ese nivel.

En el juego que han dado los toros, la cosa ha sido más grave. Ha habido dos grandes –en todos los sentidos– corridas de toros: la de Fuente Ymbro y la de Dolores Aguirre. Curiosamente, son dos ganaderías consideradas «toristas», de las que suelen huir las figuras. Con sus dificultades, las dos han aportado casta, fuerza y emoción: elementos absolutamente insustituibles, en una corrida de toros

De los toros que eligen las figuras, han sido manejables –nada más– los de La Ventana del Puerto , Victoriano del Río y Núñez del Cuvillo; desastrosos, los de Daniel Ruiz y los toros sueltos de Valdefresno y El Puerto de San Lorenzo. (Por cierto, no responde a la tradicional seriedad de Bilbao que en un festejo acaben lidiándose reses de cuatro ganaderías).

Los carteles


Vistos los resultados de los festejos, se ha echado de menos a algunos matadores, cuya ausencia se advirtió, desde el comienzo. Ante todo, a Morante, el número uno actual, insustituible. Luego, a Manuel Escribano y Paco Ureña, que han realizado grandes hazañas, en este coso. De los menos veteranos, a Román, Tomás Rufo, Ginés Marín y Fernando Adrián (que está triunfando todas las tardes)

Desde que se anunciaron los carteles, el acierto mayor me pareció el del mano a mano de Daniel Luque y Borja Jiménez: el éxito del festejo así lo ha certificado.

Obligadas eran las despedidas de Bilbao de Enrique Ponce y Pablo Hermoso de Mendoza, con toda la carga sentimental que traían. Aún en este último caso, no me gustan los carteles mixtos, en los que un rejoneador mata dos toros, igual que los toreros de a pie.

La lluvia evitó una pobre entrada en el festejo inicial de rejones. El año próximo, retirado Pablo Hermoso de Mendoza, es obligado que vuelva a esta Plaza Diego Ventura, el actual número uno. Lo lógico será buscar el acontecimiento: seis toros, para él, en solitario (como ya ha hecho triunfalmente en Madrid). O buscar la rivalidad: su mano a mano con Guillermo Hermoso de Mendoza

Los toreros

El triunfador indiscutible ha sido Borja Jiménez, con sus tres orejas, ganadas con una entrega absoluta, que puede simbolizarse en las tres veces que acudió a porta gayola. Ha superado las consecuencias de una grave cornada, mató bastante bien esta vez (aunque sigue entrando a matar desde demasiado lejos) y sale reforzado de Bilbao.

Claro triunfador ha sido también Damián Castaño, que se jugó la vida heroicamente, con un tremendo toro de Dolores Aguirre. Para las corridas duras, hay que contar con él: se lo ha ganado.

Superadas las secuelas de su terrible percance, torea con clasicismo Emilio de Justo. Dentro de poco, los seis toros de Victorino que va a matar en Valladolid serán su gran examen.

El estilo de torear de Andrés Roca Rey entusiasma a muchos, le ponen pegas otros, pero nadie puede discutir dos cosas: ha sido el único que ha logrado llenar los tendidos de Bilbao y ha asumido su responsabilidad de primera figura. Siempre se entrega y da espectáculo: por eso atrae al gran público.

En su presentación, cayó de pie en Vista Alegre Juan Ortega. Aunque no lo parezca, Bilbao, lo mismo que Madrid, siempre se han pirrado por la estética sevillana, que se sale de la frecuente rutina actual.

Han aportado poco algunos matadores veteranos, ya muy vistos.

En tres líneas diferentes, estuvieron bien los tres novilleros, JarochoAarón Palacio Zulueta. Sorprendió especialmente el segundo, el menos conocido.


La Presidencia



Las polémicas periodísticas sobre la negativa a conceder la segunda oreja a Roca Rey se han diluido muy pronto. Si una estocada no ha caído en buen sitio, el segundo trofeo es muy discutible.

Como en el fútbol, no es bueno echar las culpas de todo al árbitro. En una Feria tan seria como debe ser la de Bilbao, es conveniente que haya un solo Presidente y que mantenga su criterio: así, se evitan los bandazos que vemos ahora en Pamplona y en Madrid, por ejemplo. Y no se debe pedir que se rebaje la exigencia, para que acuda a la Plaza más público. Eso sería abaratar la Fiesta: Bilbao debe mantener la seriedad tradicional que siempre ha tenido.

Con sus criterios y sus errores, Matías González se ha esforzado siempre por mantener el prestigio de la Plaza de Bilbao; en general, lo ha conseguido, evitando la verbena de trofeos que en muchas Plazas se conceden. Este año, ha acertado, al conceder rápidamente la oreja a Damián Castaño, a pesar del pinchazo. Si acaso, ha pecado un poco de blandura –en contra de lo que suele decirse– por la circunstancia sentimental de la despedida de Pablo Hermoso y por la seducción del estilo de Juan Ortega.

El público

La gran noticia negativa de esta Feria ha sido la escasa asistencia de público. Disimular un problema no ayuda a resolverlo.

Los hechos están ahí. Las posibles causas son múltiples: la falta de apoyo moral –no hablo de dinero– de las autoridades bilbaínas. (Compárese, por ejemplo, con lo que han hecho las alcaldesas de Santander Gijón por las Ferias de sus ciudades, en claro avance). El abandono de muchas empresas locales, que antes compraban palcos. El paso del tiempo, en lo que simbólicamente significaba lo que solemos llamar «Neguri». La rutina de los carteles, que deben abrirse a más rivalidad, más jóvenes, y buscar que constituyan un acontecimiento (la Plaza de Nimes y el entorno de José Tomás lo entendieron perfectamente). La escasa conexión de la nueva empresa con las peñas taurinas locales (a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en Pontevedra), con el Cocherito y el Club Taurino a la cabeza…

En la organización, La Plaza debe tener más acomodadores, para evitar el desbarajuste continuo de los espectadores que entran y salen, durante la lidia, con un vaso en la mano, y se sientan donde les apetece. No tiene sentido que se hayan suprimido los tableros que facilitaban el trabajo de los periodistas: una iniciativa pionera, bien acogida por todos, que fue imitada luego en Valencia y en Madrid.

Se deben presentar solemnemente los carteles, no sólo anunciarlos. Y hacerlo con tiempo, para que los aficionados de fuera de la ciudad puedan programar sus viajes.

Todo esto es discutible pero el resultado está a la vista y, hasta que apareció Roca Rey, fue desolador. En el fondo, es un problema de escasa afición, de prejuicios y falta de información, en buena parte de la sociedad. Ahora mismo, si algo no aparece en las televisiones en abierto, es muy difícil que la sociedad española se entere. (La política ofrece ejemplos de sobra).

Es ineludible luchar contra ello. Hay que trabajar mucho, todo el año, con nuevas iniciativas, para difundir la Fiesta, defender la cultura taurina y promover que los toros vuelvan a estar de moda en Bilbao, como ya está sucediendo en otras ciudades.

El objetivo debe estar claro: conseguir que la sociedad bilbaína vuelva a sentir que las Corridas Generales son tan suyas como, por ejemplo, lo es el Athletic. Ya sé que esto es muy difícil, con los actuales prejuicios e ignorancias, pero es ineludible. ¿Se hará algo? Veremos… Pero está en juego el futuro de la Fiesta, en Bilbao.


Por Andrés Amorós.diario digital El Debate

lunes, 26 de agosto de 2024

DE RADIO Y CAPEAS


 Programa especial en exteriores para cumplimentar una invitación afectiva procedente desde la campiña onubense donde la Tauromaquia adquiere un modelo festivo e integrador del pueblo heredando costumbres de generaciones pasadas que forman parte del patrimonio local.

 Beas es una localidad que tiene en sus fiestas patronales un importante e interesante  carácter taurino . Su paisaje urbano se transforma para albergar los festejos con suelta de vaquillas de ganado autóctono que recorren sus calles  alfombradas de arena y  empalizadas que conducen al centro neurálgico de la plaza del Ayuntamiento y la Iglesia convertida en un ruedo cuadrado donde se desarrolla la lidia por parte de jóvenes promesas. 

Hispanidad Radio tiene el placer de contar con la presencia del historiador Antonio Lao y del ganadero Antonio del Carmen para que cuenten a la audiencia los avatares históricos de la ancestral celebración de sus capeas que data desde el año 1835.



domingo, 25 de agosto de 2024

La cálida Goyesca antequerana


FICHA DEL FESTEJO
:
Domingo, 25 de agosto de 2024
Plaza de Toros de Antequera (Málaga)
Tradicional Corrida Goyesca
Se lidiaron toros de la Ganadería de ‘Nuñez del Cuvillo’, de juego variado. 
El segundo   y el sexto fueron aplaudidos en el arrastre.
Morante de la Puebla. – Oreja y silencio.
Curro Díaz. – Dos orejas y oreja.
Cayetano. – Palmas y dos orejas.
Cuadrillas: Todas  Excelentes . Incidencias.- Tres cuartos del aforo.


 La única corrida de toros goyesca andaluza de este año tenia como escenario el histórico  coso de la bella ciudad malagueña de Antequera . Fue una calurosa jornada de cierre de la feria que imposibilito que los tendidos se llenasen a rebozar pese al magnifico ambiente que reinaba.  El encanto  de la localidad y de sus gentes junto a  el cartel de su tradicional  y emblemático festejo taurino  con la presencia de Morante hizo que se congregaran muchos aficionados cabales dispuestos a trasladarse en el tiempo , a los albores de la tauromaquia que inmortalizo  el genio del pintor aragonés que le da nombre.

 La indumentaria de los actuantes junto al marco de la bella plaza ciertamente suponen un bello espectáculo .Pero luego sale el toro actual y emborrona las expectativas, se diluyen las emociones. La empresa confecciono una terna de artistas - Morante , Curro Díaz y Cayetano -ante una afamada ganadería - Núñez del Cuvillo -  que no colaboró .  Al ser plaza de tercera categoría la presentación de las reses baja los limites  y ocasiona cierta decepción. Quizás los  festejos de esta índole requieran  subir un poco el listón para que todo sea más importante.

Pese a ese matiz, el cálido respetable fue con ganas no solo de zamparse la típica  y copiosa merienda tras el tercer astado , sino de disfrutar con la maestría de los toreros . El ambiente taurino  de Antequera merece la pena. Luego la corrida solo tuvo tres toros que acompañaron -1º,2º y 6º- y posibilitaron el triunfo. En ellos se pudo ver tres actitudes diferentes según el estado de animo. 


Morante
no fallo a su habitual mala suerte del sorteo matinal y solo pudo esbozar una primera faena de breves exquisiteces  . Impecable goyesco de estreno con un traje de museo .Siempre se puede apreciar en sus lidias un curso de torería en cuanto a colocación y trato en las telas para encauzar las embestidas. Siempre intenta que el rito sea serio y hondo , sin alardes para la galería. Y cuando no se puede se abrevia la faena para no aburrir , que es de agradecer. Gracias maestro.

Curro Díaz reaparecía con muchas ganas tras un percance y lucio su magnifico repertorio pleno de fogonazos en los remates donde conecta y sorprende al público. Torero que nunca decae y ofrece una apuesta entusiasta por el clasicismo . La goyesca tiene en él a un buen represente del toreo añejo en todos sus registros . Para colmo afila la espada certeramente y receta fulminantes estocadas que le propiciaron un justo triunfo.


Cayetano
también reaparecía pero aún sin recuperar de su lesión y mostro su cara gallarda, su amor propio ante sus paisanos malagueños. Aparte de sus partidarios  cuenta con el aval sanguíneo y sus recursos estéticos para dar respuesta al envite con garantías y no desaprovecho cuanto pudo para exponer su enrazada versión en el sexto en que deleito con su toreo dinástico. 

Las cuadrillas  merecen mención aparte. Ante toros de menor trapio se sacuden los miedos y bordan tercios para el recuerdo .Tanto con la puya, los rehiletes y el capote ofrecieron una tarde magistral. Solo hubo algún fallo con la puntilla que se puede olvidar para no ser puntilloso.

Para terminar con el público , que goza festivamente de esta propuesta taurina con una alegre y cívica actitud digna de resaltar. Acogedora y cálida afición la antequerana que invitan a volver.

martes, 13 de agosto de 2024

Casos históricos...

 Era la tarde del 23 de julio de 1.860, cuando sale al ruedo portuense un toro d la ganadería de D. Joaquín Jaime Bordero, llamado "Contador". Su lidiador Antonio Sánchez "El Tato" lo recibe y saltan al ruedo los tres varilargueros montando sus caballos aún sin petos. Los picadores eran, Antonio Calderón, Juan Alavés y José Trigo. Entre los tres propinaron 39 puyazos al toro, sin q le mataran ni voltearan ningún caballo. 
Tal fue la euforia del público q llenaba los tendidos de la plaza en su totalidad, q pidieron el indulto de las res antes de empezar el lidiador a prepararla para la suerte suprema, a lo q accedió la presidencia del festejo, y el "Tato" no llegó ni a coger la muleta. Los tres picadores abandonaron la plaza recibiendo elogios del público.

Aquel 23 de julio de 1.860, quedo en la historia como la primera vez que se indultó un toro en El Puerto de Santa María, una vez finalizado el tercio de varas.

lunes, 12 de agosto de 2024

Balance de Colombinas

Juntos todos los artífices de las retransmisiones de Hispanidad Radio en la hora habitual del programa semanal para exponer las conclusiones de la feria taurina de Huelva. 
Una feria de colombinas marcada por el triunfo innegable del torero local David de Miranda al unísono del toro " Barba verde" de la ganadería de Pereda que justamente fue  indultado por su espectacular codicia en el coso y que le valió el premio gordo de retornar a la dehesa hasta el fin de sus días.

Una feria cuyos datos de radioyentes se disparo en modo online y cuyas descargas de poscatds siguen en curso. Todo un éxito. 

El análisis de los festejos desde la seria perspectiva como aficionados de modo resumido de las sensaciones que cada tarde supuso un capitulo histórico para nuestra plaza en la celebración del cuarenta aniversario de su reapertura .
 

domingo, 11 de agosto de 2024

Eran las cinco en punto de la tarde...

 ESPECIAL XC ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE IGNACIO SÁNCHEZ MEJÍAS

Álvaro Rodríguez del Moral

La Edad de Plata ya se había iniciado el año 1920 en la enfermería de Talavera de la Reina mientras Ignacio sostenía la cabeza yerta de su cuñado Joselito. Concluía la Edad de Oro del toreo y, con ese ocaso, se iniciaban tres lustros de toreo tan cruentos como luminosos que iban a concluir el el 11 de agosto de 1934 –ahora se cumplen 90 años- en el traslado agónico de Ignacio Sánchez Mejías desde Manzanares a Madrid.  

Ignacio Sánchez Mejías remontaba la carretera polvorienta de Andalucía, apestada de la misma gangrena que ya trepaba por sus muslos. Se estaba sentenciando toda una época mientras las medias rosas del torero se empapaban en su sangre derramada. En medio de aquellas dos muertes se dibuja la propia trayectoria del polifacético matador, una figura imprescindible sin la que no se puede entender la efervescencia artística y cultural de una década fundamental: los años 20. Menos de dos días después de ese viaje terrible llegaba el fin irremediable de aquel “andaluz tan claro, tan rico de aventura”.

domingo, 4 de agosto de 2024

Bonita y bastante cierta

 "Bergamín decía una cosa muy bonita y bastante cierta: “La suerte de un torero es la de no tener donde caerse muerto”.

Lo decía en referencia a que un torero, cuando sale a la plaza, cuantas menos cargas tenga, mejor. Cuando tienes hijos, todo provoca que el carro sea cada vez más pesado de llevar. Qué le vamos a hacer si yo ya tengo donde caerme muerto. Cuando toreo, me acuerdo muchas veces de esas palabras de don José Bergamín. Cuando salgo a torear, me gustaría no tener donde caerme muerto e intento sentirlo de esa forma. A veces, se supera mejor; otras, peor. Pero, indudablemente, cuando un torero va cumpliendo años y va adquiriendo una familia, resulta más difícil olvidarlo todo. cierto que los toreros nos mentalizamos para que el dolor no sea algo que nos frene, o incluso que sea importante. Y claro que nos frena y que es importante.

Recuerdo mis comienzos, cuando a un torero lo cogía un toro y, a continuación, se miraba. Los taurinos de aquel tiempo decían: “Ay, no me ha gustado porque se ha mirado”. Yo crecí con eso. Aunque me doy cuenta de que era una brutalidad. De novillero, recuerdo también haber tenido alguna voltereta y no mirarme porque se me venían a la cabeza aquellos comentarios de los aficionados mayores."



(Morante de la Puebla)

Uno, dos y tres: tres toreros en el redondel


 Contracrónica de la penúltima de Colombinas

Álvaro Rodríguez del Moral

El cartel de esta penúltima de Colombinas venía a resumir con trazos gruesos el momento del escalafón actual: por delante habían colocado un veterano amortizado, Alejandro Talavante, instalado en la comodidad de las ferias con mentalidad de funcionario por obra y gracia de esos hilos grises que mueven el negocio taurino con mentalidad cortoplacista y afán comisionista.

En medio se situaba Juan Ortega, un matador del gusto de los mejores aficionados, intérprete del palo más clásico del toreo; capaz de despertar y concretar ilusiones; con poder para cuajar esos toros que se instalan en el recuerdo y trascienden la memoria. Y cerraba la terna Roca Rey, el verdadero líder de este escalafón tan necesitado de alicientes. El limeño, las cosas son como son, sigue obrando como bálsamo de las taquillas y alivio de los empresarios en medio del páramo de las ferias mientras se repiten carteles sin hilo ni argumento que delatan la falta de talento e ilusión de los que siguen teniendo la responsabilidad de montarlos.

 Para qué vamos a negarlo: mientras las plazas se llenan, la juventud retrata su afición sin complejos y crece la reacción protaurina ante tantos ataques injustificados, la patronal sigue a lo suyo esperando a que el último apague la luz

El desarrollo de la corrida iba a confirmar esas certezas. Después de la espesa faena de Talavante que inauguró la tarde se iban a cambiar las tornas. Ortega marcó cualquier diferencia -era como contemplar el amanecer después de la noche- enseñando que el toreo también puede ser cadencia, armonía y ritmo. Lo demostró con el segundo toro de Juan Pedro Domecq, un manso de libro que también le sirvió para certificar que ha crecido en capacidad, resolución y compromiso. El diestro sevillano empieza a encontrar toro en todas partes sin renunciar a su más íntima personalidad. Juan Ortega, para qué vamos a darle más vueltas, es el torero a seguir. Si Roca había rendido la plaza atrincherado en las cercanías del tercero, Talavante iba a vender una colección de efectismos sin pegarle ni uno de verdad al cuarto que iba a ser, con mucho, el mejor del desigual envío de Lo Álvaro. El diestro extremeño enredó, sacó no sé cuántos conejos de la chistera pero se conformó con mercaderar con bisutería por más que paseara una oreja intrascendente que no hará historia.

En el fondo estábamos deseando volver a ver a Ortega aunque no iba a poder ser con el quinto. Los elementos se iban a imponer a la voluntad del diestro sevillano por más que hubiera puesto todo en el empeño y recibiera un trofeo como premio a su estocada. Quedaba la traca final, el tornado nocturno de Roca Rey que volvió a tirar del toreo de cercanías en el confín de su segunda faena para ampliar su cosecha de orejas. Con la noche cernida sobre los cabezos se iba a marchar a hombros de la plaza en su particular paseo militar por esta anodina temporada 2024.

Que no decaiga y enhorabuena al peruano pero al final sólo quedaba el poso, el halo, la prueba de la memoria que salva ese puñado de muletazos de Juan Ortega como único recuerdo nítido de una tarde que resumió el argumento de un año que ya encara su curso bajo. Lo peor siempre es el aburrimiento

Ficha del festejo:

Alejandro Talavante, silencio y oreja tras dos avisos

Juan Ortega, saluda ovación tras aviso y oreja

Roca Rey, dos orejas y dos orejas tras aviso

Cuadrillas: Se desmonteraron en el 1º de la tarde, Javier Ambel y Manuel Izquierdo. Brilló con los palitroques en el 3º, Francisco Durán “Viruta”. Dos magníficos pares de banderillas le colocó al 6º Antonio Manuel Punta. En labores de lidia destacaron Javier Ambel, en el 4º, y Miguel Ángel Sánchez, en el 5º. Gran quite de riesgo a Antonio Manuel Punta por parte de Manuel Izquierdo en sexto

viernes, 2 de agosto de 2024

De 'Tabarro' a 'Barba verde'

 


La vida taurina de David de Miranda no ha sido un camino de rosas. Su trayectoria profesional está marcada por un gravísimo percance que no logró quebrar las confianzas. Fue en la coqueta plaza zamorana de Toro, hace ya siete años, cuando un sobrero de Sánchez Urbina le partió por la mitad haciendo peligrar su vida primero, su trayectoria profesional después.

La capacidad de resurgir de esas cenizas, de creer en sí mismo, fue clave para recuperarse y volver a la cara del toro contra todo pronóstico y en tiempo record. Eran cuatro vértebras fracturadas, demasiadas dudas sobre la futura movilidad de su cuerpo y la fortaleza para afrontar una tremenda rehabilitación que dio la medida del hombre. Pero la vida le tenía guardado un premio:en la feria de San Isidro de 2019 llegó la confirmación de alternativa de manos del mariscal Juli que se saldó con una salida a hombros que, quizá, no tuvo el rendimiento deseado. Quedaba menos de un año para que la malhadada pandemia fundiera a negro hasta el último de los resortes cotidianos. Tocaba esperar de nuevo, seguir confiando en las propias posibilidades...