MADRID Y SEVILLA MUY POR ENCIMA.Los equipos veterinarios y autoridades competentes olvidan a menudo el sentido de las novilladas: dar oportunidad a los jóvenes valores de la Tauromaquia.
La oportunidad se torna atragantón cuando los noveles se encuentran una auténtica corrida de toros en el ruedo.
El juego de los astados pasa a un segundo plano porque las hechuras y la exagerada seriedad supone un hándicap añadido para los novilleros.
Hay dos tópicos que no se ajustan a la circunstancias actuales:
1) "Las novilladas de Las Ventas siempre han sido duras como la misma Fiesta". Es cierto que el Toreo es una disciplina artística compleja de por sí en la que se juega con la vida pero antaño los novilleros afrontaban la dureza de Madrid con un rodaje previo por pueblos y provincias que les hacia adquirir el oficio suficiente como para resolver la papeleta.
2) "Los novilleros tienen que estar en novilleros y que les peguen cuatro o cinco volteretas en cada faena". La entrega y la disposición siempre ha sido lo más valorado en los festejos menores, el aficionado lejos de buscar la perfección pretende atisbar lo que apuntan los 'chavales' y su ambición por ser torero pero el problema es que con las novillada que se lidian hoy en Las Ventas en la primera voltereta suelen tener que retirarse a la enfermería con un tabacazo considerable.
Las novilladas son el punto más frágil de la Fiesta. En los últimos años no ha habido un relevo generacional natural de los principales puestos del escalafón. Este puede ser uno de los motivos. Urge una reunión de los sectores para poner una vara de medir común en estos festejos y que se conviertan en un auténtico escaparate para que los novilleros muestren sus aptitudes.
Este desbarajuste llega cuando, por otra parte, Taurodelta ha correspondido a la petición de los aficionados de no programar en bloque las novilladas de temporada. La empresa premia a los novilleros que destacan ofreciéndoles volver al domingo siguiente. Buena medida de aficionados para devolver el interés a los domingos madrileños. Como antes, como siempre.
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