Jaime Ostos Carmona de Ecija (Sevilla) 1933/2022.
El 1 de junio de 1952 viste su primer traje de luces en Écija, con ganado de Belmonte. Debutó con picadores el 5 de abril de 1953.
En 1955 se presenta en Madrid con ganado de Villagodio. Repitió dos veces en Las Ventas donde gustó mucho.
Tomó la alternativa en Zaragoza, el 13 de octubre de 1956, de manos de Miguel Báez (Litri), estoqueando toros de Antonio Urquijo en unión de Antonio Ordóñez.
Confirmó la alternativa en Madrid el 17 de mayo de 1958, de manos de Antonio Bienvenida, que le cedió la muerte de Famosito, de la ganadería de Juan Cobaleda, con Gregorio Sánchez de tercer espada. En la feria cordobesa de 1959 gana el trofeo "Manolete" compitiendo nada menos que con Pepe Luis Vázquez y Antonio Ordóñez. La temporada de 1962 ocupó el primer lugar del escalafón, compartido con Diego Puerta.
Fue dado por muerto tras una cogida en el muslo derecho, en Tarazona (Zaragoza) el 17 de julio de 1963 por el toro Nevado, de Ramos Matías y hermanos; llegaron a administrarle la extremaunción y transfusiones sanguíneas, necesitando un total de 5 litros.
A punto de retirarse, el 29 de agosto d 1973, es herido de gravedad en el muslo izquierdo, en San Sebastián de los Reyes. Como ya es habitual en su carrera, le llevan las dos orejas a la antesala de la cama de operaciones.
En 1974 anuncia su retirada de los ruedos, participando en años posteriores en varios festejos benéficos, apareciendo por última vez en un ruedo en el año 2003 en la plaza de toros de su ciudad natal.
En 1955 se presenta en Madrid con ganado de Villagodio. Repitió dos veces en Las Ventas donde gustó mucho.
Tomó la alternativa en Zaragoza, el 13 de octubre de 1956, de manos de Miguel Báez (Litri), estoqueando toros de Antonio Urquijo en unión de Antonio Ordóñez.
Confirmó la alternativa en Madrid el 17 de mayo de 1958, de manos de Antonio Bienvenida, que le cedió la muerte de Famosito, de la ganadería de Juan Cobaleda, con Gregorio Sánchez de tercer espada. En la feria cordobesa de 1959 gana el trofeo "Manolete" compitiendo nada menos que con Pepe Luis Vázquez y Antonio Ordóñez. La temporada de 1962 ocupó el primer lugar del escalafón, compartido con Diego Puerta.
Fue dado por muerto tras una cogida en el muslo derecho, en Tarazona (Zaragoza) el 17 de julio de 1963 por el toro Nevado, de Ramos Matías y hermanos; llegaron a administrarle la extremaunción y transfusiones sanguíneas, necesitando un total de 5 litros.
A punto de retirarse, el 29 de agosto d 1973, es herido de gravedad en el muslo izquierdo, en San Sebastián de los Reyes. Como ya es habitual en su carrera, le llevan las dos orejas a la antesala de la cama de operaciones.
En 1974 anuncia su retirada de los ruedos, participando en años posteriores en varios festejos benéficos, apareciendo por última vez en un ruedo en el año 2003 en la plaza de toros de su ciudad natal.
Cossío escribe: "La nota destacable de este bravo espada fue siempre su valor ilimitado, a prueba de cornadas por graves que fuesen. Una buena técnica y grandes dosis de pundonor fueron otras positivas cualidades de este sobresaliente torero ecijano"
Néstor Luján escribe: "Torero de valor agigantado, de un creciente torpeza técnica y de una gran honradez en el momento de entrar a herir. Es una figura audaz, sellando con sangre de infinitas cornadas"
Gregorio Corrochano escribe sobre una faena de Jaime Ostos a un toro de Palha:
"Ostos ha tenido una de sus mejores tardes de torero. La faena de su primer toro, toda con la izquierda, también con el estoque atrás; la serie de naturales ligados, llevando al toro con el hocico por la arena; acaso sea la faena más pura que yo le he visto. Aunque es un gran matador, esta tarde, sin dejar de ser buen matador, ha sido mejor torero"
Vicente Zabala en su obra Grandes maestros del toreo escribe:
"También de reciente memoria es un fantástico estoqueador, Jaime Ostos. Este matador de toros ecijano, mantuvo, mientras estuvo en activo, una actitud gallarda frente a los toros. Ni las cornadas, ni los lógicos baches que se suelen desprender de ellas, consiguieron dominar su temperamento...............Durante años se mantuvo en los puestos cimeros del escalafón. Un toro de puso al borde de la muerte en Tarazona de Aragón. El cornalón llegó en mal momento, porque Jaime se encontraba embalado...............Su virtud fundamental fue al manejo del acero. Ha sido un colosal estoqueador, de los que miran al morrillo de los toros olvidándose de los pitones. El valor era para él una condición congénita"
Carlos Abella, en su libro De Manolete a José Tomás, escribe:
"Para evocar la personalidad taurina de Jaime Ostos es preciso centrar su imagen en la del heroico lidiador que sobrevivió a una de las cornadas más terribles de la historia del toreo (la sufrida el 17 de julio de 1963 en Tarazona de Aragón, por un toro de Ramón Matías) y que supo ganarse el respeto y la admiración de toda una generación de aficionados...........................Sin ese dato de su trayectoria es difícil comprender la admiración que la profesión y la afición taurinas han sentido por este torero, que en época de estilistas clásicos y de fugaces tremendistas, optó por el camino del valor sordo, lleno de hombría...................Su torero maduro, recio, inspirado en la quietud y un cierto estoicismo, le ha exigido un alto precio, pues en siete años de matador ha recibido hasta 14 cornadas, algunas graves y una casi mortal"
Fernando Claramunt, en su Historia del Arte del Toreo, escribe:
"Paralela a la carrera de Diego Puerta es la del ecijano. Los dos deciden retirarse en 1974. Si Diego ha tenido más cornadas, las de Jaime son más graves...............Ha sido el mejor matador, con el acero en la mano, de varias décadas, sin rival posible. Y eso que en 1961, por querer hacerlo tan bien, escuchó un aviso tras una gran faena en Madrid, en la que el público ya pedía la oreja antes de entrar a matar. Quiso arreglarlo en su segundo toro y escuchó dos avisos. Al día siguiente le dieron solo uno, pero seguido de la oreja y de las dos del toro siguiente. El pintor Juan Reus convirtió uno de sus volapiés en un magnífico cartel, y le puso un terno ceniza y oro.............Tanto Jaime Ostos como Diego Puerta encarnan un tipo de torero andaluz decidido, valeroso, lleno de pundonor y de amor propio. En las generaciones que vengan después habrá diestros en su misma línea, la de los leones, dirán otros compañeros más afines al zorro que al rey de la selva. Pocos alcanzarán tan alto grado y calidad de braveza"
Jorge Laverón, en su Historia del Toreo, escribe:
Domingo Delgado de la Cámara, en su libro Revisión del toreo, escribe:
"Diego Puerta fue el torero tapón de Jaime Ostos, torero igualmente de gran valor, figura del torero, pero no máxima figura, pues el papel de torero heroico ya lo ocupaba Diego Puerta. De todas maneras, a Ostos le faltó un éxito indiscutible en Madrid para ponerse al mismo nivel que los integrantes de la terna de oro (Camino, Puerta y El Viti). A pesar de eso, fue un buen muletero de aire sobrio, un formidable estoqueador y un valiente a carta cabal. La cornada que sufrió en Tarazona fue de las más tremendas que se recuerdan. A todos impresionó menos a él, que reapareció como si tal cosa"
Néstor Luján escribe: "Torero de valor agigantado, de un creciente torpeza técnica y de una gran honradez en el momento de entrar a herir. Es una figura audaz, sellando con sangre de infinitas cornadas"
Gregorio Corrochano escribe sobre una faena de Jaime Ostos a un toro de Palha:
"Ostos ha tenido una de sus mejores tardes de torero. La faena de su primer toro, toda con la izquierda, también con el estoque atrás; la serie de naturales ligados, llevando al toro con el hocico por la arena; acaso sea la faena más pura que yo le he visto. Aunque es un gran matador, esta tarde, sin dejar de ser buen matador, ha sido mejor torero"
Vicente Zabala en su obra Grandes maestros del toreo escribe:
"También de reciente memoria es un fantástico estoqueador, Jaime Ostos. Este matador de toros ecijano, mantuvo, mientras estuvo en activo, una actitud gallarda frente a los toros. Ni las cornadas, ni los lógicos baches que se suelen desprender de ellas, consiguieron dominar su temperamento...............Durante años se mantuvo en los puestos cimeros del escalafón. Un toro de puso al borde de la muerte en Tarazona de Aragón. El cornalón llegó en mal momento, porque Jaime se encontraba embalado...............Su virtud fundamental fue al manejo del acero. Ha sido un colosal estoqueador, de los que miran al morrillo de los toros olvidándose de los pitones. El valor era para él una condición congénita"
Carlos Abella, en su libro De Manolete a José Tomás, escribe:
"Para evocar la personalidad taurina de Jaime Ostos es preciso centrar su imagen en la del heroico lidiador que sobrevivió a una de las cornadas más terribles de la historia del toreo (la sufrida el 17 de julio de 1963 en Tarazona de Aragón, por un toro de Ramón Matías) y que supo ganarse el respeto y la admiración de toda una generación de aficionados...........................Sin ese dato de su trayectoria es difícil comprender la admiración que la profesión y la afición taurinas han sentido por este torero, que en época de estilistas clásicos y de fugaces tremendistas, optó por el camino del valor sordo, lleno de hombría...................Su torero maduro, recio, inspirado en la quietud y un cierto estoicismo, le ha exigido un alto precio, pues en siete años de matador ha recibido hasta 14 cornadas, algunas graves y una casi mortal"
Fernando Claramunt, en su Historia del Arte del Toreo, escribe:
"Paralela a la carrera de Diego Puerta es la del ecijano. Los dos deciden retirarse en 1974. Si Diego ha tenido más cornadas, las de Jaime son más graves...............Ha sido el mejor matador, con el acero en la mano, de varias décadas, sin rival posible. Y eso que en 1961, por querer hacerlo tan bien, escuchó un aviso tras una gran faena en Madrid, en la que el público ya pedía la oreja antes de entrar a matar. Quiso arreglarlo en su segundo toro y escuchó dos avisos. Al día siguiente le dieron solo uno, pero seguido de la oreja y de las dos del toro siguiente. El pintor Juan Reus convirtió uno de sus volapiés en un magnífico cartel, y le puso un terno ceniza y oro.............Tanto Jaime Ostos como Diego Puerta encarnan un tipo de torero andaluz decidido, valeroso, lleno de pundonor y de amor propio. En las generaciones que vengan después habrá diestros en su misma línea, la de los leones, dirán otros compañeros más afines al zorro que al rey de la selva. Pocos alcanzarán tan alto grado y calidad de braveza"
Jorge Laverón, en su Historia del Toreo, escribe:
“Jaime Ostos. Encabezó el escalafón en 1962. Torero de gran valor, seco y sobrio, sufrió muchas y graves cogidas. Fue un estoqueador extraordinario. En Madrid toreó 28 corridas, cortó ocho orejas, y salió una vez por la puerta grande”
José Luis Suárez-Guanes, en su libro Madrid. Cátedra del toreo, escribe:
José Luis Suárez-Guanes, en su libro Madrid. Cátedra del toreo, escribe:
“Jaime Ostos en pleno apogeo…………………….Jaime Ostos fue un torero de leyenda, a la antigua. Castigado muchísimo por los toros, volvía a ellos con renovados bríos. Por las cicatrices de sus heridas no se le escapaba el valor. Al contrario: parecía que los percances eran como medallas de guerra que le insuflaban nuevos ánimos…………Los principios de los años sesenta fueron los más importantes en la carrera del ecijano y, dentro de éstos, las temporadas de 1962 y 1963 –esta última cortada por la gravísima cornada de Tarazona-, las mejores………..Ostos ya había triunfado en Madrid en la feria isidril de 1958. Aquel trasteo al toro de María Dolores de Juana de Cervantes representó uno de los haceres más ligados que recuerdo……………….En su primera tarde de la feria de 1962 cortó tres orejas a una corrida de Paco Galache. Éxito rotundo con ese toreo suyo, muy en corto, lleno de bizarría, de donaire y de majeza, a pesar de estar en una línea completa de sobriedad. Ostos conquista esa tarde Madrid, que le respetaría siempre………….Logra un nuevo éxito en la corrida de Atanasio Fernández del 22 de mayo, en la que comparte la salida triunfal a hombros con sus compañeros (Julio Aparicio y Andrés Vázquez)”
Domingo Delgado de la Cámara, en su libro Revisión del toreo, escribe:
"Diego Puerta fue el torero tapón de Jaime Ostos, torero igualmente de gran valor, figura del torero, pero no máxima figura, pues el papel de torero heroico ya lo ocupaba Diego Puerta. De todas maneras, a Ostos le faltó un éxito indiscutible en Madrid para ponerse al mismo nivel que los integrantes de la terna de oro (Camino, Puerta y El Viti). A pesar de eso, fue un buen muletero de aire sobrio, un formidable estoqueador y un valiente a carta cabal. La cornada que sufrió en Tarazona fue de las más tremendas que se recuerdan. A todos impresionó menos a él, que reapareció como si tal cosa"
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