Por Santi Ortiz
Lamentable. ¿La culpa? Repártanla como gusten, porque aquí todo acaba planteándose como cosa de unos y otros. Y no me hablen de razón. En este país, la razón, la cultura, el sentido común, hace mucho que están a punto de pasar a mejor vida. Y no es que con esto esté yo haciendo una apología de la irracionalidad, mi eterna enemiga; sino constatar que aquí lo que cuenta es el degüello, enterrar al enemigo, cuanto más hondo mejor, al precio que sea menester. Da igual que el toreo, como en este caso, sea la víctima inocente que pague las consecuencias de tanto fuego cruzado de aversiones. Les da lo mismo. Lo que les importa es sacar adelante sus intereses particulares por encima de todo. Y así hemos llegado a lo que nunca hubiésemos debido llegar: a dar esa imagen de fragmentación y ruptura que hoy existe dentro del toreo a consecuencia del enfrentamiento que la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros de España (UNPBE), la Asociación Nacional de Mozos de Espada (ASNAME) y la Unión de Toreros (UT), mantiene con el Foro de Promoción, Defensa y Debate de las Novilladas y la Asociación Sindical de Profesionales Taurinos (ASPROT) y que ha aflorado con la huelga que los primeros han convocado contra el ciclo de novilladas picadas de Villaseca de la Sagra, uno de los municipios que integran el susodicho Foro y cuyo alcalde, Jesús Hijosa, ostenta la presidencia del mismo.
No voy a conducirles al intrincado laberinto repleto de acusaciones, descalificaciones y rechazos, por el que discurre este contencioso, donde se ocultan más cosas de las que se muestran y donde tal vez todos tengan de qué callar. Reconozco no dominar lo suficiente las piezas del puzzle como para darles una opinión firme del asunto, aunque haya en él cosas que a mi razón no alcanzan; como, por ejemplo, el papel de la Unión de Toreros en contra del convenio firmado entre el Foro y Asprot, cuando en él los novilleros salen favorecidos de una forma que nadie antes había intentado siquiera plantear. Porque, con dicho Convenio Extraestatutario, al novillero se le reconoce, como actuante principal, el derecho a cobrar más que un banderillero o un picador y, además, poder percibir los derechos de imagen, algo que con ANPBE no podían, al tener ésta el monopolio de la gestión y cobro de los derechos de televisión sólo para favorecer a sus afiliados; esto es: como si CC.OO. llegara a un acuerdo con la patronal, del que sólo se beneficiaran los apuntados al sindicato y no el resto de trabajadores.
Lo que sí tengo claro es que con este clima de amenazas, imposiciones, vetos y conflictividad es imposible llegar a buen puerto, aparte de brindar la lamentable imagen que se está dando para regodeo de antitaurinos y taurófobos. Sinceramente, aunque los respete, a mí me importan un pito ANPBE, ASPROT y todo lo que se le parezca; a mí me importa el TOREO y a buscar solución a sus problemas globales tenemos todos que dirigir nuestros esfuerzos obviando los intereses particulares de cada estamento. Aunque el toreo parece tenerle fobia, existe una cosa que se llama Mesa de Negociación y en ella hay que sentar a todos los implicados, Administración incluida, para solucionar el gravísimo problema de las novilladas y cuantos padece la Fiesta.
Sería estupendo que la convocatoria de dicha reunión la hiciera el propio Ministerio de Cultura, para darle mayor tinte oficial. Y como se suele hacer en la elección de Sumo Pontífice,una vez en la sala todos los integrantes, habría que cerrar todas las puertas con llave y dejar ésta a buen recaudo hasta que asomara la fumata blanca del acuerdo y, mientras tanto, que no saliera de aquella ni el apuntador.
¿Utopía? Tal vez; pero necesidad, incuestionable. Y para resolverla ya, no mañana.
1 comentario:
Pequeñas mafias contrapuestas, si, estoy de acuerdo contigo en encerrarlos en una habitación, pero luego hay que tirar la llave al rio. Un abrazo Santi.
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