Pero Morante es el vértice de una breve tropa de toreros que merecen mención propia. Pablo Aguado no ha vuelto a vestirse de luces en Sevilla desde su revelador triunfo del 10 de mayo de 2019. Aquel día le cambió la vida y marcó una cumbre inalcanzable. Ya es figura por derecho propio y ha cubierto un final de campaña salpicado de trasteos memorables que vivió un apasionante mano a mano en su inicio con Roca Rey –resultando herido- en la plaza de Vistalegre. Previsiblemente, cerrará la temporada en la plaza de la Maestranza con una hermosa y evidente presión: repetir aquel milagro.
Pero Aguado tendrá otro contrapunto sin salir de la órbita sevillana: se trata de Juan Ortega, que debutará en Sevilla como matador de toros con tres corridas de máximo nivel. El diestro sevillano –el más clásico de todos- contaba en las quinielas del aficionado pero acabó rompiendo su propio cerco en aquella tarde agosteña, televisada desde Linares, que le puso a funcionar. Después llegó el mano a mano con Morante en Córdoba pero, sobre todo, ese faenón otoñal de Jaén, el mejor de la extraña y breve temporada de 2020 que le colocó en el disparadero para 2021.
Sin ser de Sevilla, el riojano Diego Urdiales vuelve a la plaza de la Maestranza revestido con galas de gran intérprete e incluido en ese estrato ‘revolucionario’. El diestro de Arnedo ya había entrado en el coso del Baratillo gracias a la templada e intemporal faena dictada a un feble ‘juampedro’ en la Feria de Abril de 2019. Ahora se espera el recital definitivo, preludiado en el reciente faenón de Colmenar Viejo. Podríamos incluir en este bloque a otros toreros de personalidades contrastadas. Ahí está el caso de Emilio de Justo, que ha cuajado uno de los grandes trasteos del año en Arlés o el de Antonio Ferrera, que ha pasado de la armonía al manierismo y de ahí a un peculiar surrealismo taurino que no deja de hacerle atractivo. Ambos matarán mano a mano la corrida de Victorino Martín poniendo la cuota torista al evento junto al clásico envío de Miura que servirá de clausura del abono.
En torno a este cerco de artistas, Roca Rey también tiene en Sevilla la definitiva oportunidad de afianzar su mando en una temporada de especial significación. Hay que recordar que el peruano tuvo que esperar hasta mayo de este año para volver a hacer el paseíllo en una plaza española. La alargada sombra de la lesión madrileña de la ‘isidrada’ del 19 le obligó a cortar en San Fermín. Roca tiene prisa por recuperar el tiempo y lo terrenos perdidos y proclamar su primacía. En este atípico San Miguel tiene seis balas para disparar. A partir de ahí, hay que consignar el buen tono de las temporadas de El Juli, Manzanares o Perera, que apuntala a duras penas el inevitable desgaste de su imagen. Verdadero interés tiene la comparecencia de Daniel Luque, uno de los nombres imprescindibles de esta campaña que le ha servido para recuperar sus mejores fueros. El matador de Gerena, todavía joven, puede y debe saltar de órbita. Cuidado con él...En Sevilla podrían dirimirse muchas cosas, incluyendo la compleja cotización de los toreros que se ha adaptado al aforo permitido en un principio –el ansiado 50%- que posteriormente ha sido elevado al 60 y podría alcanzar el 75% en estos mismos días. La adecuación de esos honorarios es, precisamente, una de las patatas calientes del empresariado y la clase alta del escalafón que merecerá análisis aparte. Para que nos entendamos: el caché de algunas figuras ha quedado evidenciado con los verdaderos aforos, desnudados por las restricciones del covid.
Hay más toreros en la lista, como los sevillanos Rafa Serna, Pepe Moral y Manuel Escribano. El primero no puede desaprovechar la oportunidad, que es de oro. Los últimos vuelven a la Maestranza apuntados a la de Miura, un hierro de enorme significación para ambos. Algo más eclipsado aparece Paco Ureña pero su gran concepto del toreo puede reverdecer en Sevilla. El Fandi, por su parte, cumple con la cuota de la casa Matilla pero no deja de ser protagonista de su propia guerra. En el apartado ecuestre, qué le vamos a contar, falta un nombre imprescindible que brilla por su ausencia frente a un cartel de medio tono. Más interés tienen las novilladas, incluyendo la presentación de Manolo Vázquez o la comparecencia del almeriense Jorge Martínez, ganador del circuito andaluz organizado por la Fundación del Toro de Lidia. Suerte para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario