Se cumplen hoy cincuenta años de la tarde en la que el matador
de toros onubense y gran escritor Santi Ortiz vistiera su primer traje de luces, hecho
acontecido en la novillada de promoción que tuvo lugar en la antigua plaza de
toros de Huelva el 1 de mayo de 1.966.
Aquella tarde compusieron el cartel los toreros de la tierra
Florencio Pérez “El Onubense”, Manuel Rodríguez “El Palermo”, Francisco
Sampedro “Paquili”, Enrique López “Jarita” y el mencionado Santi Ortíz quienes
lidiaron astados de Juan Tassara Buiza.
En aquella ocasión debutaron los tres
últimos.
Las reses sevillanas dieron bastante juego excepto el
tercero, un cárdeno, que fue manso de solemnidad. Con los restantes, sus
matadores tuvieron opciones para el triunfo.
El Onubense se mostró muy quieto a la hora de torear por
verónicas y también logró lucimiento con la muleta en algunos momentos pero
demostró su escasa preparación con la espada por lo que fue avisado.
El primer trofeo de la tarde llegó para El Palermo que
mostró sus conocimientos y soltura tanto con el capote como con la muleta
aunque también sufrió algún que otro susto. Con la tizona estuvo afortunado y,
de ahí, el premio a su actuación.
El manso de la tarde le tocó a Paquili que lo recibió de
rodillas y de espaldas a los toriles. Abusó de los rodillazos en el trasteo con
la muleta y necesitó de varios intentos para acabar con su oponente al que le
cortó una oreja que paseó con gran satisfacción de los tendidos.
Mucha voluntad y valentía puso Enrique Jarita en su
actuación en la que fue revolcado en varias ocasiones, pasándose de tiempo en
el intento de construir faena con la muleta, por lo que fue avisado.
El triunfador de la tarde fue Santi Ortiz que se mostró como
el más artista y el de mejores hechuras de todos cuantos actuaron. Se lució al
veroniquear a su oponente y, de manera especial, al torear al natural, cuajando
varias series entre los aplausos del respetable. Sin embargo, no atinó con la
espada pero la petición fue muy importante al igual que los comentarios de los
espectadores.
Los cinco actuantes siguieron vinculados al planeta taurino
aunque tan solo Santi Ortiz llegase a tomar la alternativa, hecho que sucedió
en el año 1.982. Paquili, por su parte, buscó una nueva oportunidad y el 2 de
septiembre de 1.989, es decir 23 años más tarde, volvió a actuar en la plaza de
La Merced.
POR VICENTE PARRA ROLDÁN
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