"¿Pero qué pasa aquí? Ah, claro. Que viene quien tiene que venir, el monstruo". Así resumía una vecina la estampa que presentaba en la mañana de ayer la plaza de toros de la ciudad. Alrededor de doscientas personas resistían estoicamente al frío y el viento para conseguir alguna de las localidades de la próxima temporada taurina. El protagonista de estos desvelos no fue otro que José Tomás, que volverá a los ruedos en Jerez el próximo 7 de mayo. Las taquillas abrieron ayer a las diez de la mañana y los primeros para adquirir las localidades llevaban en los alrededores de la plaza de toros desde las ocho de la mañana del domingo. Toda una heroicidad teniendo en cuenta que los termómetros llegaron a los dos grados y el viento hizo que la sensación térmica fuera de mucho menos. Hay que señalar que las entradas que salieron ayer a la venta no son las localidades sueltas sino los abonos para los tres días de corridas, que cuentan con otros maestros de la talla de José María Manzanares, Juan José Padilla, Morante de la Puebla y López Simón. Los precios de estos abonos van desde los 351 euros de la barrera en sombra hasta los 69 que cuesta la grada en sol.
Toda una horquilla de precios que tenían los que ayer esperaban bajo el gélido cielo a su disposición. Sin embargo, para poner barrera a la incombustible picaresca, la organización puso el tope en la compra de seis abonos por persona.
Además, los propios taurinos que hacían cola se organizaron asignando a cada uno el número de llegada para que nadie se colara. También hay que tener en cuenta que el aforo de la plaza de toros es de 8.200 personas y que del año pasado ya hay vendidos unos 2.000 abonos que tienen sus sitios asignados y pueden ser renovados hasta el 23 de abril. Las localidades sueltas por día se pondrán a la venta -si queda alguna-, a partir del 25 de abril.
La imagen de decenas de personas pasando frío dan fe de las pasiones que mueve José Tomás allá por donde torea. Diego, un seguidor del maestro que vive en Arahal (Sevilla), contó ayer que cuando llegó a la cola dos horas antes de que abrieran las taquillas se le asignó el número 169. El sevillano puso el dedo en la llaga al confesar que "cada vez que salen entradas, los primeros, desgraciadamente, siempre están ahí para la reventa. Unas entradas que cuestan ahora 350 euros pueden sacarle hasta 5.000 euros el día de la corrida. Si pueden comprar 6, pues imagínate el negocio que hacen". Para el seguidor de José Tomás, la solución pasaría por que "personalizar las entradas, que pusiera el nombre de quién las recibe y así asegurar que no haya picaresca".
Diego, además, confiesa con orgullo que su pasión por el toreo en general, y José Tomás en particular, le han llevado hasta México, donde vio una corrida del maestro madrileño. Javier Bocanegra, responsable de comunicación de las plaza de toros de Jerez y El Puerto señalaba también la marea de gente que mueve José Tomás, "la última vez que vino a El Puerto, fue anunciarlo por las redes sociales y al día siguiente había 60 reservas en el mejor hotel de la ciudad. Arrastra mareas, y además el cartel de Jerez de este año es muy superior".
El nerviosismo se hacía latente cada vez que un despistado se acercaba a preguntar a las taquillas por cualquier cuestión, no fuera a ser que se intentara colar. Como quien guarda oro en paño, todo el que terminaba su compra guardaba celosamente las entradas en bolsillos interiores y que permanecerán resguardadas hasta el próximo mes de mayo.
La imagen de decenas de personas pasando frío dan fe de las pasiones que mueve José Tomás allá por donde torea. Diego, un seguidor del maestro que vive en Arahal (Sevilla), contó ayer que cuando llegó a la cola dos horas antes de que abrieran las taquillas se le asignó el número 169. El sevillano puso el dedo en la llaga al confesar que "cada vez que salen entradas, los primeros, desgraciadamente, siempre están ahí para la reventa. Unas entradas que cuestan ahora 350 euros pueden sacarle hasta 5.000 euros el día de la corrida. Si pueden comprar 6, pues imagínate el negocio que hacen". Para el seguidor de José Tomás, la solución pasaría por que "personalizar las entradas, que pusiera el nombre de quién las recibe y así asegurar que no haya picaresca".
Diego, además, confiesa con orgullo que su pasión por el toreo en general, y José Tomás en particular, le han llevado hasta México, donde vio una corrida del maestro madrileño. Javier Bocanegra, responsable de comunicación de las plaza de toros de Jerez y El Puerto señalaba también la marea de gente que mueve José Tomás, "la última vez que vino a El Puerto, fue anunciarlo por las redes sociales y al día siguiente había 60 reservas en el mejor hotel de la ciudad. Arrastra mareas, y además el cartel de Jerez de este año es muy superior".
El nerviosismo se hacía latente cada vez que un despistado se acercaba a preguntar a las taquillas por cualquier cuestión, no fuera a ser que se intentara colar. Como quien guarda oro en paño, todo el que terminaba su compra guardaba celosamente las entradas en bolsillos interiores y que permanecerán resguardadas hasta el próximo mes de mayo.
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